El Partido Popular prefiere evitar la «inestabilidad» que generaría que Vox rompiese los pactos en las comunidades autónomas donde gobiernan en coalición o necesitan el apoyo de los de Santiago Abascal. A pesar de esta situación, el PP mantiene su apuesta por la «solidaridad» entre territorios para la acogida de los menores extranjeros no acompañados que llegan a Canarias, Ceuta y Melilla.
La estabilidad de los gobiernos autonómicos
Así lo ha expresado el vicesecretario y portavoz del PP, Borja Sémper, en una entrevista en Onda Cero, donde ha alabado la estabilidad que proporcionan las regiones gobernadas por su partido frente a la «inestabilidad asfixiante» y la «incapacidad de gobernar» del Gobierno de España. Según Sémper, el Gobierno central está cada día pendiente de los estados de ánimo de ERC, del ‘expresident’ Carles Puigdemont, o de «lo que hace Yolanda Díaz.
«Apuesto y sueño con la estabilidad y que la sigamos ofreciendo en las comunidades autónomas. Espero y preferiría que no rompieran, pero allá ellos», ha explicado el dirigente del PP. Si los de Abascal cumplen su amenaza de romper los pactos autonómicos si el PP acepta el reparto de menores extranjeros, serán quienes tengan la responsabilidad y deberán dar explicaciones.
Las consecuencias de la ruptura de pactos entre PP y Vox
En opinión de Sémper, los principales perjudicados de una ruptura entre PP y Vox serían los ciudadanos, quienes siempre salen perdiendo del «juego táctico de partidos». Según él, los ciudadanos se encuentran desafeccionados de la política, viendo estos litigios como «las vacas ven pasar al tren».
La postura del PP sobre el reparto de menores extranjeros
Sémper ha argumentado que el PP tiene «una posición clara» en el reparto de menores que «pasa por la solidaridad» y por «la responsabilidad», entendiendo que «Canarias es España» y que «los canarios son españoles y requieren la solidaridad de todos los españoles». El PP busca «una política migratoria alejada de aspavientos y discursos populistas», y que sea «sensata y razonable».
Por este motivo, para el PP, los «órdagos y amenazas» de Vox no son efectivos. No van a cambiar su posición en una «materia tan sensible y relevante» por «amenaza alguna de ningún partido». «Quizás las amenazas le funcionan a los independentistas con Pedro Sánchez. Con Alberto Núñez Feijóo, no funcionan», ha zanjado.
