Los procedimientos concursales en 2023: mayoría fueron de liquidación, según registradores

La situación concursal en España durante el año 2023 ha presentado cambios significativos y tendencias que merecen un análisis detallado. El panorama empresarial y económico del país se refleja en gran medida a través de estos procedimientos, que sirven como indicadores de la salud financiera de las empresas y la capacidad de recuperación del tejido empresarial.

El año 2023 ha estado marcado por una reducción notable en el número total de concursos, contrastando con el aumento significativo experimentado en 2022. Esta disminución, junto con la caída en los pasivos involucrados en estos procedimientos, sugiere una cierta estabilización en el ámbito empresarial. Sin embargo, es crucial analizar en profundidad las características de las empresas concursadas, los sectores más afectados y las expectativas de recuperación para comprender completamente el escenario concursal actual en España.

Perfil de las empresas concursadas y sectores afectados

El perfil típico de una empresa que entra en concurso de acreedores en España durante 2023 continúa siendo una compañía del sector servicios, excluyendo las actividades inmobiliarias. Estas empresas suelen tener una antigüedad media de once años al momento de iniciar el procedimiento concursal, lo que indica que no se trata principalmente de empresas de reciente creación.

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Un dato preocupante es que solo un pequeño porcentaje de las empresas concursadas, concretamente el 9,6%, tendría la capacidad de cancelar sus deudas en un plazo de 5 años. Esto refleja la difícil situación financiera en la que se encuentran la mayoría de las empresas que entran en concurso. Además, es alarmante que el 66,3% de estas empresas hayan obtenido un resultado neto negativo, lo que complica aún más sus perspectivas de recuperación.

En cuanto a los sectores más afectados, el de servicios no inmobiliarios lidera con un 63,2% de las sociedades concursadas. El sector de la construcción, aunque ha mantenido una proporción estable del 21,6% en 2023, sigue siendo un área significativa en el panorama concursal español. Esta distribución sectorial proporciona una visión clara de dónde se concentran las mayores dificultades financieras en el tejido empresarial español.

Tendencias en los procedimientos concursales y expectativas de cobro

Una tendencia marcada en 2023 ha sido el predominio de los procedimientos de liquidación sobre los de convenio. Un sorprendente 96,2% de los procedimientos concursales registrados han sido de liquidación, lo que indica una preferencia clara por esta vía de resolución. Este dato es especialmente relevante cuando se observa que de las fases sucesivas iniciadas, el 90,8% fueron liquidaciones directas y un 6,7% adicional fueron liquidaciones procedentes de intentos fallidos de reestructuración.

La alta proporción de liquidaciones sugiere que la mayoría de las empresas que entran en concurso no ven viable su continuidad o no logran acordar un plan de reestructuración exitoso con sus acreedores. Esto plantea preguntas sobre la eficacia del sistema concursal español para facilitar la recuperación de empresas en dificultades financieras.

En cuanto a las expectativas de cobro para los acreedores ordinarios, se ha observado una ligera mejoría. La mediana de la expectativa de cobro en 2023 fue del 48,8%, superando ligeramente los valores de años anteriores. Es destacable que en los convenios aprobados en fase común, esta expectativa se eleva al 58,7%, lo que sugiere que los procedimientos más ágiles pueden resultar en mejores perspectivas para los acreedores.

Duración y eficiencia de los procedimientos concursales

La duración de los procedimientos concursales es un factor crucial para evaluar la eficiencia del sistema. En 2023, se ha observado que el 85,5% de los concursos de menor complejidad alcanzan la fase sucesiva en un año o menos, un porcentaje similar para los concursos de mayor complejidad. Esto indica una cierta agilidad en el proceso, especialmente en las fases iniciales.

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Sin embargo, la duración total de los procedimientos sigue siendo considerable. Un concurso típico de menor complejidad tarda alrededor de 351 días en concluir, cifra que se eleva a 1.678 días si se excluyen los concursos sin masa y los denominados «exprés». Para los concursos de mayor complejidad, la duración media asciende a 2.430 días, lo que supone más de seis años y medio.

Es importante destacar la reducción en la duración de los concursos de mayor complejidad respecto a años anteriores. En 2022, estos procedimientos duraban en promedio 2.877 días, mientras que en 2021 la cifra era de 2.716 días. Esta tendencia a la baja en la duración podría indicar mejoras en la eficiencia del sistema concursal español.

Los concursos «sin masa», que son aquellos en los que la empresa no dispone de recursos suficientes ni siquiera para cubrir los costes del procedimiento, han tenido una duración media de casi 70 días en 2023. Este tipo de procedimientos, que representan una parte significativa del total, reflejan la situación extremadamente precaria de muchas empresas que entran en concurso.

En conclusión, el panorama concursal en España durante 2023 muestra una tendencia hacia la liquidación como vía preferente de resolución, con una ligera mejora en las expectativas de cobro para los acreedores y una reducción en la duración de los procedimientos más complejos. Sin embargo, persisten desafíos importantes en términos de la viabilidad de las empresas concursadas y la eficacia del sistema para facilitar su recuperación.

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