Estos animales pueden hacer lo impensado para salvar a sus compañeras y se convierten en verdaderas cirujanas cuando de supervivencia se trata. Las hormigas son los animales capaces de curar a los miembros de su manada con verdaderas cirugías, similares a las que podrían realizar los humanos.
El estudio se desprende de las universidades de Lausana, en Suiza, y la Würzburg, en Alemania, quienes descubrieron que las hormigas carpinteras de Florida (Camponotus floridanus) mantienen este mecanismo de salvación y curación dentro de su comunidad.
Cómo son las cirugías que realizan estos animales

Las hormigas desarrollaron un método inteligente en el que pueden curar las heridas de sus colegas amigas e incluso acudir a la amputación de ser necesario. Aunque resulte escalofriante esta metodología es frecuente en esta especie. «El hecho de que las hormigas sean capaces de diagnosticar una herida, ver si está infectada o estéril y tratarla en consecuencia durante largos períodos de tiempo por otros individuos, el único sistema médico que puede rivalizar con eso sería el humano», aseguró sobre estos estudios Erik Frank, ecólogo del comportamiento de la Universidad de Würzburg.
Al parecer, estos animales desarrollan una capacidad de cuidado entre su comunidad y, tiempo antes, se había descubierto que otra especie, la Megaponera analis, utiliza una glándula especial con compuestos antimicrobianos que combaten infecciones. Lo cierto es que las hormigas de Florida no tienen esta capacidad, por lo que se apoyan en medios mecánicos para tratar a sus compañeras de nido.
Cuál es el método que aplican estos animales

Estas hormigas son tan capaces de curar heridas de sus compañeras que recurren a métodos de análisis de una herida antes de recurrir a la amputación. Su mecanismo de cura se basa en limpiar el sitio crítico con su boca, pero proceden a amputar en caso de que la lastimadura no se cure correctamente. De esta manera, estos animales evalúan el tipo de lesiones para aplicar el mejor tratamiento.
De acuerdo a estos estudios, se descubrió que son dos tipos de heridas las que necesitan de este tratamiento. Las laceraciones en el fémur y heridas en la tibia fueron las lastimaduras que sus colegas fueron capaces de curar. Las primeras recibieron una limpieza inicial realizada por una de ellas que siguió por un corte completo de la pata por otra distinta. En cambio, los golpes en la tibia solo recibieron una limpieza bucal. De estas intervenciones se concluyó que las hormigas con heridas infectadas tuvieran una tasa de supervivencia mucho mayor.