El pan plano, conocido en Piamonte, Italia, como Lenguas de Suegra, es un delicioso cruce entre un palito de pan y un pan plano crujiente. Esta receta sencilla y sabrosa es perfecta para un snack rápido y delicioso. Es fácil de preparar y solo requiere cinco ingredientes básicos que probablemente ya tengas en tu cocina. Con su textura crujiente y sabor delicioso, este pan plano se convierte en una opción irresistible para cualquier ocasión.
Para hacer este pan plano, necesitarás 300 gramos de harina 00, 160 ml de agua tibia, 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, 12 gramos de levadura de cerveza fresca y 10 gramos de sal. La preparación comienza mezclando la harina con el agua, la levadura desmenuzada, el aceite y la sal. La harina 00, que es muy fina, ayuda a lograr una textura ligera y crujiente, mientras que el aceite de oliva añade un toque de sabor mediterráneo. La levadura fresca es clave para que la masa fermente adecuadamente, proporcionando el volumen y la textura deseados.
Preparación del pan plano (lingue di suocera)
Una vez que hayas mezclado los ingredientes, trabaja la masa a mano o en una batidora planetaria durante al menos 8 minutos. Este paso es crucial para desarrollar el gluten en la masa, lo que le dará al pan plano su textura característica. Después de amasar, forma una bola con la masa y déjala reposar cubierta con film transparente en un lugar cálido durante una hora y media, como en el horno con la luz encendida. Este reposo permitirá que la masa del pan plano fermente adecuadamente, aumentando su volumen y mejorando su textura.
Después del reposo, retira la masa del bol y divídela en siete porciones, aproximadamente de 70 gramos cada una. Extiende cada porción ligeramente con las manos y un rodillo para formar lenguas rectangulares largas, estrechas y bastante finas. Coloca estos panes planos sobre papel de horno en una bandeja de horno. Al extender la masa, asegúrate de que quede lo más fina posible, ya que esto contribuirá a la textura crujiente final.
Toque final y cocción
Para darle un toque final, prepara una emulsión mezclando 80 ml de aceite de oliva virgen extra, 30 gramos de agua y una pizca de sal. Pincela la superficie de los panes planos con esta emulsión y déjalos reposar durante 10 minutos. La emulsión añadirá un sabor adicional y ayudará a que el pan plano quede dorado y crujiente al hornearse. Añadir un poco de romero al gusto también puede realzar el sabor de este delicioso snack.
Finalmente, hornea los panes planos en un horno caliente y ventilado a 200 °C durante unos 15 minutos, o hasta que estén dorados y crujientes. Cada horno es diferente, así que vigílalos de cerca para evitar que se quemen. Una vez horneados, estos panes planos crujientes estarán listos para disfrutar. Son perfectos para acompañar una variedad de platos o para comer solos como un delicioso snack.
