En un nuevo capítulo del mediático caso que ha conmocionado a la opinión pública, Pol Mainat, hijo del reconocido productor audiovisual Josep Maria Mainat, ha comparecido este lunes ante la Sección 20 de la Audiencia de Barcelona para testificar en el juicio contra Angela Dobrowolski, la mujer acusada de intentar asesinar a su padre.
El testimonio de Pol Mainat ha estado cargado de emotividad y contundencia al relatar los hechos acontecidos la madrugada en que su padre sufrió un coma hipoglucémico, presuntamente provocado por una inyección de insulina administrada por Dobrowolski. El hijo del productor, visiblemente afectado, describió la imagen de su padre en el hospital, asegurando que le vio «los mismos labios y los mismos ojos» que en su madre, la actriz Rosa Maria Sardà, fallecida días antes.
Un Diablo en la Sombra: El Relato de un Hijo y las Acusaciones Contra Dobrowolski
Con la voz quebrada por la emoción, Pol Mainat no dudó en calificar a Dobrowolski como «un diablo» y afirmó estar completamente seguro de que ella fue quien inyectó la insulina a su padre, a pesar de saber que este medicamento estaba contraindicado para la diabetes que padece Mainat, quien se trata con un fármaco por vía oral.
El hijo del productor basó su acusación en la información que le proporcionó uno de los médicos que atendió a su padre, quien le aseguró que «este bajón solo puede ser por insulina». Ante la gravedad de la situación y las sospechas que recaían sobre Dobrowolski, la familia decidió contratar seguridad privada en el hospital para evitar que ella pudiera acercarse a Mainat.
Un Historial de Conflictos: Las Demás Causas Judiciales Contra Dobrowolski
El testimonio de Pol Mainat ha puesto el foco en la tormentosa relación que mantenían su padre y Angela Dobrowolski, a la que acusó de someter al productor a un continuo «maltrato psicológico». Además del presunto intento de asesinato, Dobrowolski acumula un largo historial de causas judiciales que la vinculan a diferentes delitos.
En 2021, fue detenida por intentar entrar en la vivienda de Mainat en Barcelona, quebrantando una orden de alejamiento. Aceptó una condena de 17 meses de prisión que fue suspendida bajo la condición de no volver a delinquir en un plazo de dos años y respetar la medida cautelar.
Sin embargo, en 2022, fue condenada a 2 años y medio de prisión y a una multa de 1.800 euros por falsificar la firma del productor en dos cheques bancarios. También se le imputan cargos por agredir a Mainat con un bote de cristal en 2019, causándole una herida en la sien. La Fiscalía solicita para ella 16 años de cárcel, mientras que la acusación particular pide 14.