El Gobierno español ha anunciado una significativa contribución de 200.000 euros al llamamiento de fondos realizado por la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) para asistir a los miles de damnificados por el reciente paso del huracán ‘Beryl’ por varios países de Centroamérica y el Caribe. Esta decisión fue comunicada por el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, durante una reunión con su homólogo panameño, Javier Martínez-Acha, en la sede del Ministerio en Madrid.
La contribución española responde a un llamamiento de urgencia de la FICR por un total de 4 millones de francos suizos (aproximadamente 4,1 millones de euros) para hacer frente a los devastadores efectos del huracán en la región. Esta ayuda se canalizará a través de la Oficina de Cooperación Española en Panamá, reforzando así los lazos de cooperación entre ambos países y demostrando el compromiso de España con la región centroamericana en momentos de crisis humanitaria.
La cooperación española en Centroamérica: Un compromiso sostenido
La contribución de España a la FICR se enmarca en un contexto más amplio de cooperación con Centroamérica. La Oficina de Cooperación Española en Panamá gestiona proyectos plurianuales por un valor superior a los 317 millones de euros, en colaboración con otros actores internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Corporación Andina de Fomento (CAF), el Centro de Estudios Internacionales (CEI) y el Banco Centroamericano de Integración Económica. De estos fondos, 78,2 millones provienen directamente de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
La labor de la agencia de cooperación española en la región es particularmente notable en la atención a los migrantes en la frontera del Darién, una zona donde la situación humanitaria se ha vuelto crítica. Este punto fronterizo ha experimentado un aumento de la criminalidad, vulneraciones de los Derechos Humanos y una creciente presión sobre las instituciones públicas. La cooperación española busca mitigar estos problemas y proporcionar asistencia a las poblaciones más vulnerables.
El ministro Albares ha expresado su apoyo al canciller Martínez-Acha por los esfuerzos que realizan las autoridades panameñas en la atención a los migrantes y a las comunidades de acogida. Este respaldo refleja el reconocimiento de España hacia la compleja situación que enfrenta Panamá como país de tránsito para miles de migrantes que buscan llegar a Norteamérica.
Relaciones bilaterales y cooperación económica entre España y Panamá
Las relaciones bilaterales entre España y Panamá han sido calificadas de «excelentes» por el Ministerio de Asuntos Exteriores español. En este contexto, el ministro Albares ha invitado a su homólogo panameño a celebrar la segunda ronda de consultas políticas entre los dos países antes de que finalice el año. Esta invitación sigue a la apertura del proceso de consultas políticas iniciado en enero de 2023, demostrando el interés mutuo en fortalecer los vínculos diplomáticos.
En el ámbito económico, España considera a Panamá como un socio estratégico en la región. Esta percepción se basa en la importancia geoestrática de Panamá, su estabilidad económica relativa y su papel como hub logístico y financiero en América Latina. Durante la reunión, el ministro Albares ofreció a su homólogo panameño colaboración técnica y apoyo político para que Panamá adecúe su legislación a los estándares internacionales en materia fiscal y de transparencia normativa.
La oferta de España para asistir a Panamá en la actualización de su marco legal y fiscal refleja la importancia que Madrid otorga a la transparencia financiera internacional. Esta colaboración podría ayudar a Panamá a mejorar su reputación en los mercados globales y a atraer inversiones de calidad, beneficiando así a ambos países en términos de intercambio comercial y cooperación económica.
La relación entre España y Panamá trasciende la mera cooperación en tiempos de crisis. Se trata de una asociación estratégica que abarca aspectos políticos, económicos y de desarrollo. La contribución española para los damnificados del huracán ‘Beryl’ es solo un ejemplo de cómo esta relación se materializa en acciones concretas de solidaridad y apoyo mutuo. A medida que ambos países continúen fortaleciendo sus lazos, es probable que veamos más iniciativas conjuntas que beneficien no solo a Panamá y España, sino a toda la región centroamericana.






