Profesionales sociosanitarios de cuatro residencias de la Comunidad de Madrid y de Asturias han participado en un proyecto pionero con el que han logrado aumentar su empatía hacia las personas mayores gracias a la utilización de un traje que simula los efectos de la vejez. Este innovador experimento, ideado por Stefan Walter y desarrollado por investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) junto con la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar del Principado de Asturias, ha demostrado ser una herramienta eficaz para sensibilizar a los cuidadores sobre las dificultades que enfrentan los adultos mayores.
El estudio, seleccionado por la Fundación ‘la Caixa’ en su convocatoria de proyectos de investigación experimental en ciencias sociales del Observatorio Social, ha permitido a los participantes experimentar en carne propia las limitaciones físicas y sensoriales asociadas al envejecimiento. Al usar este traje de 20 kilogramos, los profesionales sociosanitarios pudieron comprender mejor las necesidades y retos cotidianos a los que se enfrentan las personas mayores bajo su cuidado.
Más Allá de la Teoría: La Práctica de la Empatía
Bajo el título ‘Mejorar la empatía hacia el mayor mediante la simulación de la vejez’, la iniciativa se llevó a cabo en cuatro residencias, donde los participantes -auxiliares, fisioterapeutas, enfermeras y terapeutas ocupacionales- recibieron previamente una formación sobre la importancia de la empatía. Posteriormente, la mitad de ellos se probó el traje y realizó diversas actividades cotidianas, como subir escaleras, utilizar el ascensor o levantarse de la cama.
La experiencia práctica fue clave para que los profesionales pudieran ponerse en el lugar de los residentes y comprender mejor sus limitaciones. Como explica la fisioterapeuta Gema Postigo García, antes de usar el traje, «no me daba cuenta de todas las dificultades» que enfrentan los adultos mayores. Ahora, la empatía aumentada le permite ser «mucho más paciente» al exigirles en su labor diaria.
Beneficios Demostrados: Mejor Atención y Calidad de Vida
Según los resultados del estudio, los participantes que utilizaron el traje mejoraron en un 14,5% sus habilidades empáticas globales, aumentaron en un 5% las habilidades cognitivas empáticas y lograron un 15% de incremento en aspectos relacionados con la identificación de las emociones de los mayores.
Estos avances se traducen en una atención más personalizada y una mejor relación entre cuidadores y residentes, lo que a su vez disminuye los niveles de estrés y mejora la calidad de vida de los propios cuidadores. La investigadora Rosa María Martínez Piédrola destaca que este tipo de simulaciones son clave para que los profesionales sanitarios puedan comprender mejor las necesidades de los adultos mayores y brindarles una asistencia más empática y efectiva.
Mientras el equipo de investigación evalúa ampliar el estudio a más residencias de España, la utilización de este traje seguirá siendo una herramienta fundamental en la formación de futuros profesionales de la salud, permitiéndoles desarrollar una empatía profunda y mejorar la calidad de vida de la población de la tercera edad.