La reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) este jueves se espera que mantenga los tipos de interés sin cambios, según el consenso de los analistas consultados. Esta decisión llega después del recorte de 25 puntos básicos en junio, y no se prevén señales significativas sobre la posibilidad de ajustes adicionales en septiembre.
Los expertos coinciden en que el BCE mantendrá el tipo de refinanciación en el 4,25%, mientras que la tasa de depósito bajará al 3,75% y la de facilidad de préstamo al 4,50%. Esta decisión se basa en el análisis de los datos económicos recientes y la necesidad de dar tiempo a digerir el ajuste anterior antes de plantear nuevas medidas.
La Cautela del BCE ante la Inflación de los Servicios
A pesar de la suavización de los datos de inflación, las expectativas de subida de precios siguen ancladas a un horizonte de tres años. Esto lleva al BCE a mantener una postura cautelosa en su política monetaria, evitando señales que puedan interpretarse como un calendario definido de futuras bajadas de tipos.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, probablemente indicará que algunos datos recientes requieren prudencia, pero acompañará este mensaje con la habitual advertencia de que las decisiones dependerán de la evolución de los indicadores económicos. Esto sugiere que el camino a seguir en 2024 estará lleno de incertidumbres.
Expectativas de Recortes de Tipos en 2024 y 2025
A pesar de la estabilidad prevista en la próxima reunión, los analistas mantienen sus expectativas de recortes de 75 puntos básicos en 2024, lo que supondría dos bajadas más en lo que resta de año, en las reuniones de septiembre y diciembre. Asimismo, anticipan un ajuste adicional de 125 puntos básicos en 2025.
Estos pronósticos se basan en el análisis de la evolución de la inflación, especialmente en el sector de los servicios, y en la necesidad del BCE de ajustar su política monetaria a medida que la economía se vaya estabilizando. Sin embargo, la institución bancaria europea mantendrá una actitud prudente en sus comunicaciones, evitando compromisos específicos sobre el calendario de futuras decisiones.