El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha impulsado una reestructuración estratégica del Consejo de Política Exterior y del Gabinete de Presidencia. Esta decisión, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), busca optimizar la organización de la Presidencia del Gobierno en materia de relaciones internacionales y preparar la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo de la ONU que tendrá lugar en Sevilla en 2025.
Reforzando la acción exterior de España
La reestructuración del Consejo de Política Exterior se fundamenta en la necesidad de alinear este órgano consultivo con la configuración actual de la Presidencia del Gobierno. El objetivo principal es dotar al Presidente de un equipo sólido y cohesionado para la dirección y coordinación de la política exterior española.
Este cambio se traduce en una mayor eficiencia en la toma de decisiones y en una proyección internacional más robusta. La política exterior se configura así como un pilar fundamental de la agenda gubernamental, con un enfoque claro en la cooperación internacional y la búsqueda de soluciones conjuntas a los desafíos globales.
Sevilla, epicentro de la financiación para el desarrollo en 2025
El Real Decreto introduce también una modificación significativa en la estructura del Gabinete de Presidencia: la creación de una Oficina dedicada exclusivamente a la preparación y organización de la Cuarta Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo de la ONU. Este evento de gran envergadura, que tendrá lugar en Sevilla entre el 30 de junio y el 3 de julio de 2025, consolida a España como un actor clave en la agenda internacional para el desarrollo.
La elección de Sevilla como sede no es casual. La ciudad andaluza, con su rica historia y su posición geoestratégica, se convierte en un puente entre Europa, África y América Latina, regiones de vital importancia para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Esta Conferencia, que reunirá a líderes mundiales, representantes de organizaciones internacionales y actores clave del sector privado, constituye una oportunidad única para impulsar un nuevo modelo de financiación para el desarrollo, más justo, inclusivo y sostenible.
