La gobernanza corporativa es un aspecto fundamental en el éxito y la sostenibilidad de las empresas, especialmente en aquellas que cotizan en bolsa y cuentan con una estructura accionarial compleja. En el caso de la farmacéutica catalana Grifols, recientes acontecimientos en torno a la composición de su Consejo de Administración han generado preocupación entre los accionistas minoritarios y expertos en buen gobierno empresarial. Estos cambios en la cúpula directiva se enmarcan en un contexto de negociaciones entre la familia Grifols y el fondo Brookfield para una posible Oferta Pública de Adquisición (OPA) de exclusión sobre la compañía.
Analizar la evolución de la gobernanza en Grifols y los potenciales riesgos que pueden derivarse de estos movimientos es clave para comprender la situación actual de la firma y sus perspectivas de futuro. En este artículo, exploraremos en profundidad los detalles de estos cambios en la estructura de gobierno corporativo de Grifols, así como las implicaciones que pueden tener para los distintos grupos de interés.
LA RECOMPOSICIÓN DEL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN DE GRIFOLS
Recientemente, Grifols ha experimentado una recomposición en la composición de su Consejo de Administración, con la dimisión de dos consejeras independientes relevantes: Claire Giraut y Carina Szpilka Lázaro. Estas salidas se producen en un momento clave para la compañía, marcado por las negociaciones con el fondo Brookfield para una posible OPA de exclusión.
Según las fuentes de la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (Aemec), esta situación es «un síntoma de que algo no funciona en la gobernanza de la compañía». Aemec manifiesta su preocupación por el hecho de que las dimisiones se hayan producido en este contexto tan relevante para el futuro de Grifols.
Actualmente, el Consejo de Administración de Grifols está conformado por 11 personas, de las cuales 5 tienen la categoría de consejeros independientes. Con el nombramiento de dos nuevos consejeros, este órgano de gobierno quedará formado por 13 personas, siendo la mitad de ellas independientes, tal y como establece el Código de Buen Gobierno de la CNMV.
LA CREACIÓN DEL «COMITÉ DE LA TRANSACCIÓN»
Ante esta recomposición del Consejo de Administración, Grifols ha creado un nuevo órgano denominado «comité de la transacción«, cuyo objetivo es dar seguimiento a la posible OPA de exclusión que se está negociando con el fondo Brookfield.
Este comité de la transacción estará compuesto por miembros del Consejo de Administración, lo que evidencia la relevancia que tiene este proceso para la cúpula directiva de la compañía. Su función será supervisar y monitorizar de cerca las diferentes etapas de esta potencial operación corporativa, que supondría la salida de Grifols del mercado bursátil.
Cabe destacar que la creación de este comité específico para la OPA se produce en paralelo a los cambios en la composición del Consejo de Administración, lo que sugiere una coordinación entre ambos procesos con el objetivo de gestionar adecuadamente esta coyuntura estratégica para Grifols.
LAS IMPLICACIONES PARA LOS ACCIONISTAS MINORITARIOS
Las recientes movimientos en la gobernanza de Grifols han generado preocupación entre los accionistas minoritarios, quienes representan cerca del 5% del peso accionarial de la compañía.
Según Aemec, la salida de las consejeras independientes en este momento crítico es «un síntoma de que algo no funciona en la gobernanza de la compañía». Los minoritarios temen que estos cambios puedan afectar a la transparencia y a la adecuada representación de sus intereses en el seno del Consejo de Administración.
Asimismo, la creación del comité de la transacción para supervisar la OPA de exclusión también genera incertidumbre entre los accionistas minoritarios, quienes se cuestionan si sus derechos e intereses serán debidamente salvaguardados en el marco de esta operación corporativa.
En este sentido, Aemec ha manifestado su comprensión respecto a que el número de consejeros independientes no alcance la mitad del Consejo, ya que entiende que se trata de un periodo de interinidad. No obstante, la asociación de accionistas minoritarios considera que las dimisiones de las consejeras independientes en este momento delicado son un claro síntoma de que existen problemas en la gobernanza de Grifols que deben ser abordados con la máxima transparencia y responsabilidad.