Morant acusa a Feijóo de crueldad y pide más humanidad en la Ley de Extranjería

En la actualidad, la política migratoria en España enfrenta desafíos significativos que requieren atención urgente. En este contexto, las declaraciones de la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades han puesto de relieve la situación crítica que atraviesan miles de niños y niñas en las Islas Canarias. La ministra ha señalado la necesidad de que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, asuma su responsabilidad y colabore con el Gobierno para facilitar la reubicación de estos menores. Esta situación no solo resalta los problemas estructurales de la ley de extranjería, sino también la urgencia de una política más humanitaria que garantice el bienestar de quienes buscan refugio en España.

El número de menores no acompañados en Canarias ha crecido, evidenciando la falta de un consenso político que permita abordar de manera efectiva la crisis migratoria. La falta de acción no solo afecta a estos niños y niñas, sino que también marca una deficiencia en la capacidad del sistema político español para enfrentarse a problemas humanitarios complejos. Esto plantea un llamado a la reflexión sobre cómo los partidos políticos pueden colaborar para garantizar el bienestar de los más vulnerables en nuestra sociedad.

LA URGENCIA DE UNA POLÍTICA MIGRATORIA EFICAZ

La situación de los 6.000 niños y niñas en las Islas Canarias es un claro reflejo de la ineficacia en la aplicación de políticas migratorias que respondan a las condiciones actuales. Este grupo de menores, que ha llegado a España en busca de seguridad, permanece en una situación de incertidumbre debido a la resistencia política por parte de algunos sectores. La ministra ha instado a Feijóo a actuar con humanidad y a modificar la Ley de Extranjería, lo que resalta la falta de un entendimiento transversal entre los partidos acerca de la necesidad de una revisión integral de esta normativa.

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Una política migratoria efectiva requiere no solo la reubicación de menores, sino también el establecimiento de un marco de protección que garantice sus derechos fundamentales. La colaboración entre diferentes comunidades autónomas es esencial para facilitar esta reubicación y permitir que los menores vivan en un ambiente seguro y propicio para su desarrollo. Sin embargo, la continua indecisión por parte de algunos líderes políticos suma a la crisis que se vive en estas islas.

El llamado de la ministra se encuentra en un contexto más amplio de tensiones políticas donde los partidos deben poner de lado sus diferencias y buscar soluciones conjuntas. La capacidad de llevar a cabo un cambio significativo dependerá en gran medida de la voluntad política para priorizar el bienestar de estos menores sobre intereses partidistas. La humanidad debe prevalecer en la toma de decisiones, y eso implica un compromiso serio y activo de todos los involucrados en la administración pública.

LA FALLIDA COLABORACIÓN ENTRE PARTIDOS POLÍTICOS

Las críticas a la gestión del Consell, formado por el PP y Vox, no se han hecho esperar, especialmente en el marco del año que se ha cumplido desde su constitución. Esta colaboración ha sido calificada como un fracaso rotundo, dado que no representa efectivamente las necesidades de la mayoría social de la comunidad valenciana. En este contexto, se han evidenciado recortes en derechos que afectan no solo a las mujeres y al colectivo LGTBI, sino también a quienes han sido víctimas de violaciones de derechos humanos.

La falta de compromiso por parte de estos partidos para abordar las cuestiones fundamentales que afectan a la comunidad es alarmante. Las políticas restrictivas que se han instaurado bajo su administración no solo son indeseables, sino que también forman parte de una narrativa más amplia que promueve la división y la exclusión. Esta situación plantea la necesidad de una revisión crítica de las alianzas políticas y cómo estas impactan en la vida de los ciudadanos más vulnerables.

Además, la crítica hacia la falta de coherencia en las políticas de inmigración es un llamado a la reflexión sobre cómo el partido en el poder tiene la responsabilidad primaria de liderar con visión y empatía. Las palabras vacías no son suficientes; es el momento de actuar y de establecer un marco normativo que priorice la dignidad y los derechos de los individuos que buscan refugio en nuestro país.

LA NECESIDAD DE UNA REFLEXIÓN COLECTIVA

La situación actual en relación a la política migratoria debe servir como un punto de partida para un diálogo más amplio acerca de lo que España representa en el contexto global. La capacidad de un país para ofrecer refugio y oportunidades a quienes han sufrido desplazamiento es una medida de su compromiso con los derechos humanos. La falta de acción eficaz por parte del gobierno y sus socios políticos no solo socava la confianza pública, sino que también amenaza la cohesión social en un momento en que la unidad es más esencial que nunca.

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Es imperativo que los partidos políticos asuman un papel más proactivo en la creación de un futuro donde todos los niños, independientemente de su origen, tengan acceso a oportunidades equitativas y un entorno seguro. Esto implica no solo la reubicación y protección de los menores, sino también un cambio en la narrativa política sobre la migración, pasando de la criminalización a la integración y la empatía.

Las palabras de la ministra resaltan la urgencia de tomar acciones decisivas. La política debe estar al servicio de la comunidad, y eso incluye adoptar enfoques inclusivos que reflejen la diversidad de la sociedad española. Es fundamental que se genere un consenso político que permita construir un sistema más humano y justo. Este es el momento de demostrar que España puede ser un ejemplo de acogida y solidaridad en un mundo que, a menudo, es testigo de la exclusión y la indiferencia.

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