La tragedia del accidente del Alvia 04155, ocurrido el 24 de julio de 2013 en Santiago de Compostela, sigue siendo un tema de gran impacto emocional y relevancia pública. Después de más de una década de lucha, las víctimas y sus familias han recibido una sentencia que, si bien condena al maquinista y al director de Seguridad en la Circulación de Adif, también pone en evidencia las negligencias de las instituciones encargadas de velar por la seguridad ferroviaria.
El presidente de la Plataforma de Víctimas 04155, Jesús Domínguez, ha expresado la satisfacción de los afectados por la sentencia, que «desmonta la verdad oficial» al demostrar que la responsabilidad no recaía únicamente en el maquinista. Las víctimas señalan que hubo «muchas negligencias por parte del Adif», que fueron quienes firmaron el cambio de proyecto que redujo la seguridad y desconectaron un sistema que podría haber evitado el accidente.
Responsabilidad Compartida y Falta de Rendición de Cuentas
Las víctimas han destacado que, si bien el maquinista tuvo un «despiste», la responsabilidad recae en mayor medida en los altos cargos de Adif y Renfe que recibieron alertas sobre el peligro y no actuaron. Según Domínguez, Andrés Cortabitarte, el director de Seguridad en la Circulación de Adif, tuvo dos oportunidades para evitar la tragedia: cuando se cambió el proyecto y se rebajó la seguridad, y cuando firmó la desconexión del sistema de seguridad Ertms.
Las víctimas consideran que estas acciones son «más punibles» que el error del maquinista, quien actuó en cuestión de segundos, mientras que en los despachos se ignoraron las advertencias y no se tomaron las medidas necesarias. Lamentan que diez altos cargos que recibieron la alerta no hayan sido sentados en el banquillo, lo que evidencia la falta de rendición de cuentas por parte de las instituciones.
Exigencia de Responsabilidad y Justicia
Ante la posibilidad de que la defensa de Cortabitarte recurra la sentencia, las víctimas han sido contundentes en sus exigencias. Consideran que la Abogacía del Estado debería «pedir perdón por todas esas mentiras que dijeron durante años» y no recurrir, para «no generar aún más dolor a las víctimas».
Además, han cargado duramente contra el fiscal Mario Piñeiro, quien retiró la acusación contra Adif durante el juicio. Las víctimas le han recomendado que, «si le queda algo de humanidad y vergüenza», en vez de ir al Tribunal Supremo «se vaya a su casa».
Este caso pone de manifiesto la lucha constante de las víctimas por obtener justicia y la transparencia que exigen a las instituciones responsables. Después de más de una década, las familias afectadas siguen buscando respuestas y una rendición de cuentas que aún no han recibido plenamente. La sentencia es un paso importante, pero la exigencia de responsabilidad y un cierre digno para esta tragedia sigue siendo una prioridad para quienes han sufrido las consecuencias de este accidente.