La Audiencia Nacional ha acordado dejar en libertad provisional al hombre que fue detenido a principios de este mes en Málaga por su presunta participación en el tráfico de diamantes de sangre procedentes de Sierra Leona entre 1997 y 2002. Los magistrados de la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal han estimado el recurso presentado por el investigado, Manuel Terrén, y por la Fiscalía, lo que ha llevado a su puesta en libertad con ciertas obligaciones.
Entre los factores que han influido en esta decisión se encuentran la antigüedad de los hechos, lo que hace pensar que podrían estar prescritos, así como el arraigo de Terrén en España, la ausencia de antecedentes penales y sus problemas de salud, que disminuyen el riesgo de fuga. Además, la Sala destaca que el investigado ha intentado personarse en el procedimiento sin haberlo conseguido hasta ahora.
Los Presuntos Delitos de Tráfico de Diamantes
Los hechos que se le atribuyen a Terrén consisten en su presunta participación en el intercambio de diamantes por armas que se llevó a cabo desde 1997 y hasta 2002, durante la guerra civil de Sierra Leona, y en el que habría negociado con los miembros del bando rebelde, el Frente Revolucionario Unido (FRU).
Según la querella presentada por uno de los trabajadores que se habrían dedicado a la extracción del preciado mineral en Tombodu, Terrén tuvo un papel «clave» junto a otros empresarios apoyando a través del Grupo Orfund el comercio y la compra de diamantes, permitiendo a las facciones armadas obtener armas y municiones. Los hechos que se le imputan podrían ser constitutivos de delitos de lesa humanidad y organización criminal.
El auto recuerda que los diamantes procedían de las minas de Kono y eran extraídos por personas civiles o por prisioneros, que eran obligados a trabajar en régimen de esclavitud.
El Papel del Expresidente de Liberia
El escrito también recordaba y detallaba el papel que el expresidente de Liberia Charles Taylor habría tenido entre 1997 y 2003, y por lo que fue condenado a 50 años de prisión. En concreto, por haber prestado asistencia al Frente Revolucionario Unido (FRU) en sus actividades mineras.
Así, Taylor habría recibido diamantes del grupo armado a cambio de armamento y habría conectado a empresarios con el propio Frente con el propósito de establecer acuerdos para la compraventa de material bélico.
La querella recogía en este punto que la conexión en Liberia –a través de Taylor– con el comercio de diamantes con el FRU fue denunciada no solo por el Tribunal Especial para Sierra Leona, sino también por la Organización de las Naciones Unidas a través de varias resoluciones e informes.