El Banco Central Europeo (BCE) ha publicado un informe que revela avances significativos en la provisión de riesgos climáticos y ambientales por parte de los bancos europeos. Sin embargo, también señala que el sector inmobiliario comercial representa un punto débil que requiere mayor atención.
En el último año, el número de bancos que realizan provisiones para abordar estos riesgos ha aumentado del 16% al 55%. Esta es una señal importante de que las recomendaciones del supervisor están siendo comprendidas y aceptadas por las entidades financieras. No obstante, el BCE reconoce que aún queda un largo camino por recorrer, y no solo en lo que respecta a los riesgos climáticos y ambientales.
Si bien la mayoría de los bancos consideran activamente estos riesgos, el BCE considera que las metodologías utilizadas por algunas entidades no son proporcionales a su exposición y, en muchos casos, incluso son contradictorias. Esto demuestra que aún existen desafíos en la cuantificación y cobertura efectiva de estos riesgos emergentes.
La Necesidad de Enfoques Sectoriales y Adaptados al Nuevo Panorama Económico y Geopolítico
Otro aspecto destacado por el informe es el ligero incremento del uso de superposiciones (‘overlays’) y ajustes dentro del modelo en el caso del riesgo geopolítico, hasta el 63% y el 4% respectivamente. Sin embargo, el BCE considera que esto no estaría acorde con las crecientes incertidumbres y los riesgos a la baja asociados con el entorno geopolítico actual.
Esto pone de manifiesto que muchos bancos no están preparados para el nuevo panorama político y económico, lo que representa un reto adicional que deben abordar.
Además, el BCE considera que la provisión para el sector inmobiliario comercial es un punto débil particular, ya que solo la mitad de los bancos describieron tener un enfoque sectorial para medir el impacto del riesgo de tipo de interés. Esta es una área de preocupación que requiere una atención prioritaria por parte de las entidades financieras.
El Supervisor Bancario Intensifica la Supervisión y Exige Enfoques Innovadores
Para abordar estos riesgos emergentes, el BCE ha puesto en marcha una revisión específica que preguntó a 51 bancos, casi la mitad de las entidades bajo supervisión directa, cómo su marco de constitución de provisiones conforme a la NIIF 9 captaba estos riesgos. En 2024, el supervisor repetirá esta revisión temática para 53 bancos, incluyendo los 51 del ejercicio anterior, que abarcará las cifras financieras de fin de año de 2023.
Además de los nuevos riesgos que probablemente tengan un impacto destacado en las tasas de impago, como el suministro de energía, las cadenas de suministro en general, los riesgos medioambientales, la inflación y los riesgos geopolíticos, también se incluirán el entorno de tipos de interés elevados y un enfoque particular en el sector inmobiliario comercial.
Estos riesgos tienen en común que carecen de los datos históricos necesarios de los que dependen los modelos clásicos de previsión de pérdidas esperadas, por lo que, para el BCE, los bancos necesitan enfoques alternativos para cuantificar y cubrir estos riesgos de forma fiable.