La reciente victoria de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales de Venezuela ha sido ampliamente cuestionada por diversos actores internacionales. El expresidente socialista español, Felipe González, ha expresado que «no es creíble» que los resultados anunciados «reflejen la voluntad del pueblo venezolano» expresada en las urnas.
González ha recalcado la importancia de asegurar la validez del proceso electoral, incluyendo el conteo detallado de los votos y la entrega de todas las actas de votación a los testigos de la oposición. Solo a través de estos pasos, señala, «será posible garantizar unos resultados verificables y que se respete la voluntad democrática de los ciudadanos de Venezuela».
El Cuestionamiento de la Izquierda Española
La Fundación FAES, presidida por el expresidente del Gobierno José María Aznar, ha sido muy crítica con el papel de la izquierda española en el apoyo al régimen chavista. FAES ha calificado como un «triste privilegio» el hecho de que la izquierda española sea «el único avalista internacional» de «la dictadura chavista» dirigida por Maduro.
La fundación ha lamentado «la complicidad de cierta izquierda española incrustada en el Gobierno» y ha señalado que el PSOE está «abducido por sus socios populistas» y «es incapaz de articular» la «respuesta perentoria» que España debería liderar en el ámbito internacional. Asimismo, ha criticado el «silencio» del Gobierno español ante la expulsión de los observadores parlamentarios del PP que viajaron a Venezuela para llevar a cabo labores de observación.
El Llamado a la Unidad Opositora y la Firmeza Democrática
En este contexto, FAES ha hecho un llamamiento a «la unidad de la oposición» y a «la firmeza democrática de los dirigentes regionales», pues serán «decisivas para garantizar la paz y la viabilidad de la democracia en Venezuela». La fundación recuerda que Venezuela «es factor primordial» y que «los exiliados venezolanos se cuentan por millones».
En resumen, la legitimidad de las elecciones venezolanas ha sido ampliamente cuestionada por diversos actores internacionales, incluido el expresidente socialista español Felipe González. La izquierda española ha sido fuertemente criticada por la Fundación FAES por su aparente complicidad y apoyo al régimen chavista, lo que ha sido calificado como un «triste privilegio». En este escenario, se hace un llamado a la unidad opositora y a la firmeza democrática de los líderes regionales para garantizar la paz y la viabilidad de la democracia en Venezuela.