TJUE Declara Ilegal Exigir 10 Años de Residencia a Extracomunitarios para Prestaciones Sociales

La integración de los residentes de larga duración de países extracomunitarios es una prioridad clave para la Unión Europea. Sin embargo, algunos Estados miembros han impuesto requisitos de residencia excesivos que limitan el acceso a los sistemas de seguridad social y asistencia social para esta población. En una decisión reciente, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha declarado que exigir una residencia de al menos diez años para acceder a estas prestaciones sociales constituye una discriminación indirecta contra los nacionales de terceros países.

Este fallo sienta un precedente importante y subraya la necesidad de que los Estados miembros armonicen sus políticas con la normativa comunitaria sobre igualdad de trato. En este artículo, analizaremos en profundidad las implicaciones de esta sentencia y su impacto en la integración de los residentes de larga duración.

El Requisito de Residencia Excesivo

El caso que llegó al Tribunal de Justicia de la Unión Europea involucraba a dos ciudadanos de terceros países con residencia legal de larga duración en Italia. Estos individuos habían sido acusados de declarar falsamente llevar más de diez años en el país para poder acceder a una ayuda de «renta garantizada de ciudadanía«.

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El juzgado italiano que debía resolver el litigio planteó una cuestión prejudicial al Alto Tribunal europeo. La pregunta era si respetaba la normativa comunitaria que Italia supeditara el acceso a tales prestaciones sociales al hecho de que el solicitante acreditara una residencia de al menos diez años, de los cuales los dos últimos de manera ininterrumpida.

La Decisión del Tribunal de Justicia

En su sentencia, el Tribunal con sede en Luxemburgo concluyó que el requisito en cuestión constituía una discriminación indirecta de los nacionales de terceros países residentes de larga duración. Aunque la medida se aplicaba también a los nacionales, afectaba principalmente a los no nacionales, en particular a los extracomunitarios.

Además, el Tribunal advirtió que la Directiva sobre residentes de larga duración establece un requisito de residencia legal e ininterrumpida de cinco años en el territorio de un Estado miembro para que un nacional de un tercer país pueda obtener el estatuto de residente de larga duración. Este plazo de cinco años es suficiente para tener derecho a la igualdad de trato, y un Estado miembro no puede prorrogar unilateralmente el período de residencia exigido por esa Directiva.

Implicaciones y Conclusiones

Esta decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sienta un precedente importante en la protección de los derechos de los residentes de larga duración de terceros países. Demuestra que los Estados miembros deben respetar la normativa comunitaria y no pueden imponer requisitos de residencia excesivos que limiten el acceso a los sistemas de seguridad social y asistencia social.

Además, el fallo subraya la necesidad de armonizar las políticas de integración en la Unión Europea. Solo a través de una aplicación coherente y equitativa de la legislación comunitaria se podrá garantizar la igualdad de trato y promover la inclusión de los residentes de larga duración, independientemente de su origen.

En resumen, esta sentencia representa un avance significativo en la protección de los derechos sociales de los ciudadanos de terceros países con residencia legal de larga duración en la Unión Europea. Espera sentar las bases para una mayor integración y cohesión social en los Estados miembros.

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