La trata de personas es una realidad devastadora que afecta a miles de vidas alrededor del mundo. Como organización católica, Manos Unidas ha destinado más de tres millones de euros a 41 proyectos para combatir este flagelo, beneficiando a cerca de 65.000 personas en los últimos tres años. Esta labor se enmarca en la conmemoración del Día Mundial Contra la Trata de Personas, que se celebra anualmente el 30 de julio.
La trata de personas es considerada el tercer delito más lucrativo a nivel global, y lamentablemente, más del 90% de las víctimas son mujeres, niñas y adolescentes. Historias como la de Rosa, una niña boliviana que a los 11 años fue obligada a ejercer la prostitución, ponen en evidencia la cruda realidad que enfrentan miles de personas, especialmente en países de origen y destino como Bolivia.
LA TRATA DE PERSONAS EN BOLIVIA: UNA REALIDAD APREMIANTE
Bolivia se encuentra en el nivel 2 de la Lista de Vigilancia de países observados en la lucha contra la trata de personas. Esto significa que tienen un número estimado de víctimas que es significativo o que va en aumento, y que no se están tomando acciones proporcionales para combatir este delito. Según datos de la Fiscalía General del Estado, en 2023 se registraron 1.359 casos en Bolivia, con un incremento de 254 casos entre 2022 y 2023.
Para hacer frente a esta lacra, el Centro de Capacitación y Servicio para la Mujer (Cecasem), con más de dos décadas de experiencia en esta problemática, creó en 2011 el Observatorio de Trata de Personas. Los objetivos de esta iniciativa son la visibilización de la situación, la incidencia en la mejora de las políticas públicas, la generación de transformaciones sociales y la promoción de espacios de información, formación y servicio a la comunidad, tal como lo explica la directora ejecutiva de Cecasem, Patricia Bustamante.
Durante estos 24 años, más de 10.000 personas han participado en acciones preventivas de sensibilización y formaciones dirigidas a niños, niñas, adolescentes, población campesina e indígena, fiscales, fuerzas armadas e instituciones a nivel nacional y subnacional.
LA ALIANZA ESTRATÉGICA DE MANOS UNIDAS Y CECASEM
Manos Unidas colabora con Cecasem desde hace más de 17 años en la prevención de la trata de personas, ya que la falta de acceso al agua había incrementado el riesgo de explotación infantil en determinadas regiones de Bolivia. Inicialmente, Manos Unidas se asoció con Cecasem para mejorar el sistema de riego en comunidades rurales de La Paz, con el objetivo primordial de aumentar la seguridad alimentaria en la región.
Con la instalación de más de 50 hectáreas de sistemas de riego, se ha logrado reducir esta vulnerabilidad al minimizar las distancias que los niños, niñas y adolescentes deben recorrer en busca de agua. Además, se han promovido iniciativas económicas en el municipio de Sorata y se ha fortalecido la Asociación de Productores Ecológicos de Cacao Borjano (ASPECABO) en San Borja, contribuyendo así al desarrollo sostenible en diferentes regiones de Bolivia.
La labor de Manos Unidas y Cecasem en la lucha contra la trata de personas en Bolivia es un ejemplo inspirador de cómo la colaboración entre organizaciones puede generar un impacto significativo en la vida de miles de personas vulnerables. Mediante proyectos integrales que abordan las causas subyacentes de este problema, como la falta de acceso a recursos básicos, se está logrando empoderar a las comunidades y prevenir la explotación de los más vulnerables.
