La industria aeroportuaria se enfrenta a desafíos constantes, y la gestión eficiente de las tarifas es fundamental para mantener la competitividad y el atractivo de los aeropuertos. En este contexto, la decisión del Consejo de Administración de Aena de aprobar una propuesta tarifaria que entraría en vigor a partir del 1 de marzo de 2025 merece un análisis en profundidad.
La propuesta de Aena implica una actualización de cinco céntimos por pasajero, lo que situaría el ingreso máximo anual ajustado por pasajero (IMAAJ) en 10,40 euros. Esta medida, si bien puede generar cierta inquietud entre las compañías aéreas, es crucial para hacer frente al aumento generalizado de los costes derivado de la inflación.
La Necesidad de Ajustar las Tarifas Aeroportuarias
Aena ha señalado que la actualización de las tarifas aeroportuarias se realiza en función de elementos como los costes de personal (incluida su subida salarial del 3,5%) y gran parte de los servicios que presta en sus instalaciones: navegación aérea, seguridad, conservación, limpieza, atención a personas con movilidad reducida, energía o pago de tributos.
Aunque esta subida de tarifas puede ser percibida como una carga adicional para las compañías aéreas, Aena destaca que, incluso con la propuesta de actualización, las tarifas continuarán siendo las más competitivas de Europa. De hecho, en la comparativa con otros hubs de conexiones europeos, los precios por operar en Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat llegan a estar hasta un 60% por debajo de la media tarifaria ofrecida en otros aeropuertos como Londres-Heathrow, París Charles de Gaulle, Fráncfort y Ámsterdam.
Manteniendo la Competitividad a Largo Plazo
Aena ha resaltado que, entre 2015 y 2023, las tarifas han bajado nominalmente un 11%, mientras que la inflación ha sido del 21%. En términos reales, estas tarifas han bajado un 32% en el período 2015-2023, lo que demuestra el esfuerzo de la compañía por mantener precios competitivos y atractivos para las compañías aéreas.
Sin embargo, la patronal ALA considera que la subida de tarifas es una decisión equivocada, ya que las compañías aéreas aún se están recuperando de los efectos del coronavirus. Sostienen que la subida provocará un incremento de precios de los billetes, lo que puede afectar al tráfico y, por extensión, al turismo.
En este escenario, es crucial que Aena y las autoridades competentes logren un equilibrio adecuado entre la necesidad de ajustar las tarifas y el mantenimiento de la competitividad del sector aeroportuario a largo plazo. Solo así podrán asegurar que los aeropuertos españoles sigan siendo atractivos y accesibles para las compañías aéreas y los pasajeros.