El Gobierno de España ha dado un importante paso en la lucha contra el consumo de alcohol entre los menores de edad. El anteproyecto de ley de prevención del consumo de alcohol y sus efectos en menores, aprobado recientemente en el Consejo de Ministros, plantea una serie de medidas para limitar la publicidad y presencia del alcohol en los entornos frecuentados por los jóvenes.
Esta propuesta legislativa busca proteger a la población más vulnerable, estableciendo restricciones claras sobre la promoción de bebidas alcohólicas, incluyendo aquellas que se presentan como «sin alcohol». Además, pretende desterrar definitivamente el concepto de «consumo responsable» de la publicidad, al considerar que no existe evidencia científica que avale los supuestos beneficios de un consumo moderado.
Prohibición de Publicidad en Entornos Juveniles
Una de las principales medidas del anteproyecto es la prohibición de la publicidad de bebidas alcohólicas y sus versiones «0,0» en un radio de 200 metros de lugares frecuentados por menores, como centros educativos, sanitarios, parques y espacios de ocio infantil. Esto busca eliminar la exposición de los jóvenes a este tipo de promoción, que se considera una «promoción indirecta» de las marcas que también venden productos con alcohol.
Además, se vetará el emplazamiento de publicidad en centros educativos, de protección, deportivos y de ocio destinados a menores, incluyendo los bares y espacios cercanos. Esto afectará, por ejemplo, a los partidos de fútbol infantiles, donde los progenitores ya no podrán consumir bebidas alcohólicas en las inmediaciones.
La prohibición también se extiende al entorno digital, incluyendo páginas web, aplicaciones, redes sociales y servicios de mensajería dirigidos principalmente a menores. Asimismo, se eliminará la publicidad impresa en soportes como carteles, folletos y materiales didácticos.
Fin del «Consumo Responsable»
Otra de las novedades clave de este anteproyecto es el rechazo al concepto de «consumo responsable» en la publicidad de bebidas alcohólicas. Desde el Ministerio de Sanidad se argumenta que no existe evidencia científica que avale los supuestos beneficios de un consumo moderado, por lo que se busca «desterrar» esta idea, a menudo promovida por líderes de opinión financiados por la industria.
La premisa es clara: no hay nada «responsable» en el consumo de alcohol, especialmente cuando se trata de proteger a los menores. Esta postura marca un cambio significativo en la aproximación regulatoria, alejándose de los mensajes que anteriormente buscaban normalizar y promover el consumo, incluso de forma «moderada».
Sanciones y Medidas Complementarias
El anteproyecto también contempla la posibilidad de que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado realicen pruebas de alcoholemia en lugares y circunstancias específicas donde esté prohibido el consumo de alcohol.
En cuanto a las sanciones, la norma plantea multas que van desde los 60 hasta los 600 euros para infracciones leves relacionadas con el consumo individual. Las infracciones graves, vinculadas a los establecimientos, serán sancionadas con multas de hasta 30.000 euros, pudiendo llegar al cierre temporal de los locales. Las infracciones muy graves conllevarán multas de hasta 600.000 euros y el cierre de los establecimientos por un periodo de hasta cinco años.
Adicionalmente, se contempla la posibilidad de suspender las multas a menores de edad a cambio de su participación en programas preventivos y de sensibilización sobre el consumo de alcohol.
En resumen, este anteproyecto de ley representa un importante paso en la búsqueda de un entorno más saludable y seguro para los menores de edad, limitando drásticamente la presencia y promoción del alcohol en sus espacios. Su aprobación y posterior implementación enviarán un claro mensaje sobre la prioridad de proteger a los más jóvenes frente a los efectos nocivos del consumo de bebidas alcohólicas.