La aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) es uno de los retos más importantes a los que se enfrenta cualquier gobierno. Sin embargo, el proceso no siempre ha sido sencillo, especialmente cuando el Senado ha tenido la capacidad de veto sobre los objetivos de estabilidad presupuestaria y deuda pública. Afortunadamente, una reciente modificación legal ha eliminado esta traba, abriendo la puerta a una tramitación más fluida de los PGE.
La publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de la Ley de Paridad ha incluido una disposición que reforma un apartado clave de la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera. Esta reforma elimina la capacidad de veto irrevocable del Senado sobre los objetivos de estabilidad y deuda, lo que significa que a partir de ahora bastará con una mayoría simple en el Congreso de los Diputados para aprobarlos.
La Tramitación de los Presupuestos Generales del Estado
Esta medida abre la puerta a una tramitación más sencilla de los PGE, ya que el Gobierno ya no tendrá que enfrentarse al obstáculo del veto del Senado. Anteriormente, cuando los objetivos de estabilidad eran aprobados por el Congreso pero rechazados por la Cámara Alta, el Gobierno no tenía más opción que presentar un nuevo acuerdo.
Ahora, si los objetivos son aprobados por el Congreso y rechazados por el Senado, se someterán a una nueva votación en el Pleno del Congreso, donde se aprobarán con mayoría simple. Si incluso así fueran rechazados, el Gobierno tendría que remitir un nuevo acuerdo, pero en un plazo máximo de un mes.
Eliminando un Obstáculo Recurrente
Esta modificación legal llega después de que, en las últimas ocasiones, el Senado haya utilizado su capacidad de veto para tumbar los objetivos de estabilidad presupuestaria presentados por el Gobierno. La situación se complicó aún más cuando, en julio pasado, fue el propio Congreso el que rechazó dichos objetivos.
La eliminación de este obstáculo debería facilitar la tramitación de los PGE, un proceso clave para cualquier Gobierno. Ahora, bastará con una mayoría simple en el Congreso para aprobar los objetivos de estabilidad, lo que supone un importante avance en la gobernabilidad y la capacidad del Ejecutivo para llevar a cabo sus políticas económicas y presupuestarias.