La compañía energética francesa Engie ha dado muestras de su capacidad de adaptación y resiliencia en un entorno de mercado que vuelve a la normalidad. Después de enfrentar un período de resultados mixtos, la empresa ha logrado registrar beneficios netos atribuidos de 1.942 millones de euros hasta junio, lo que contrasta notablemente con los ‘números rojos’ de 847 millones de euros del mismo período del año anterior. Este desempeño positivo refleja la habilidad de Engie para navegar en un contexto económico complejo y posicionarse como un referente en el sector energético.
Si bien la facturación de la compañía se situó en los 37.525 millones de euros, un 20,2% menos, es importante analizar en detalle la composición de estos ingresos. La gestión y comercialización de energía aportó 15.573 millones de euros, representando un descenso del 27,5%, mientras que la división minorista generó 8.032 millones de euros, con una caída del 22,5%. Estas disminuciones se vieron compensadas por el desempeño de otras áreas de negocio, como las soluciones energéticas y las redes, que aportaron 4.917 millones y 3.555 millones de euros, respectivamente, mostrando una menor reducción en sus cifras.
Diversificación y Expansión de Engie: Claves para el Crecimiento Sostenible
Además, la división de energías renovables de Engie generó 2.749 millones de euros, un 5,2% menos, y la de generación flexible unos 2.261 millones de euros, con una caída del 16,9%. Estos resultados reflejan la estrategia de diversificación de la empresa, la cual ha logrado equilibrar su cartera de negocios y mitigar los efectos de las fluctuaciones en sectores específicos.
Cabe destacar que la área nuclear aportó 38 millones de euros, mientras que otros tipos de ingresos generaron 401 millones de euros. Estas cifras demuestran la capacidad de Engie para aprovechar oportunidades en diferentes segmentos del mercado energético, ampliando su alcance y diversificando sus fuentes de ingresos.
Perspectivas Favorables: Engie Eleva sus Previsiones para 2024
En este contexto, el resultado bruto de explotación (Ebitda), sin contar la nuclear, fue de 5.400 millones de euros, un 11,4% menos en doce meses, mientras que el resultado neto de explotación (Ebit) fue de 5.600 millones de euros, un 16,4% menos. Estas cifras, si bien reflejan un descenso interanual, demuestran la sólida posición financiera de Engie y su capacidad para mantener un desempeño destacado en un entorno de mercado que vuelve a la normalidad.
La consejera delegada de Engie, Catherine MacGregor, ha destacado que «en un mercado que vuelve a la normalidad, Engie ha vuelto a presentar unos resultados muy sólidos en el primer semestre, lo que nos permite elevar nuestras previsiones para todo el año 2024«. En este sentido, la compañía ha revisado al alza sus estimaciones para el conjunto de 2024, augurando unos ingresos netos recurrentes de entre 5.000 y 5.600 millones de euros, por encima de los 4.200 y 4.800 millones anteriores.
Asimismo, Engie se ha comprometido a mantener un «rating potente de grado de inversión» y una ratio a largo plazo igual o inferior a 4x de deuda neta sobre el Ebitda. Igualmente, la empresa ha confirmado su política de dividendos, con una ratio de desembolso del 65% al 75% y un mínimo de 0,65 euros a abonar por acción entre 2024 y 2026.
En resumen, los resultados de Engie en el primer semestre de 2024 reflejan su capacidad de adaptación y resiliencia en un contexto de mercado en transición, su estrategia de diversificación y su sólida posición financiera. Estas fortalezas, junto con las perspectivas favorables para el año en curso, posicionan a la compañía como un referente en la industria energética, consolidando su liderazgo y preparándola para enfrentar los desafíos y oportunidades del futuro.