EH Bildu alerta sobre los llamamientos a un «eventual enfrentamiento» entre derechos laborales y lingüísticos

En los últimos tiempos, ha surgido un debate en torno a la supuesta contraposición entre los derechos laborales y los derechos lingüísticos, particularmente en lo que respecta al uso del idioma vasco, el euskera, en el ámbito laboral.

Diversas voces, provenientes de medios de comunicación, agentes sindicales, asociaciones empresariales e incluso responsables políticos, han planteado la idea de que el euskera puede representar un obstáculo para la cobertura de puestos de trabajo o la atracción de talento.

Estos discursos, según denuncia el partido EH Bildu, son «muy perjudiciales» para el desarrollo del euskera y para la apertura de una nueva etapa en su evolución.

La formación soberanista ha cuestionado a la vicelehendakari y consejera de Euskera y Política Lingüística, Ibone Bengoetxea, sobre si considera que se está articulando este «mensaje y discurso» que sugiere un «supuesto choque» entre los derechos laborales y los derechos lingüísticos, y si cree que en algún caso se han antepuesto los derechos lingüísticos a los laborales.

LA NECESIDAD DE ARMONIZAR LOS DERECHOS

Es indudable que tanto los derechos laborales como los derechos lingüísticos son fundamentales y deben ser protegidos y garantizados. Sin embargo, la supuesta contraposición entre ambos derechos parece ser más un falso dilema que una realidad. Es importante comprender que el fomento del euskera en el ámbito laboral no debe ser visto como un obstáculo, sino como una oportunidad para enriquecer y diversificar el capital humano de las empresas.

Ibone Bengoetxea, en su calidad de consejera de Euskera y Política Lingüística, tiene la responsabilidad de buscar estrategias y soluciones que permitan armonizar los derechos laborales y lingüísticos, de manera que ambos puedan coexistir y potenciarse mutuamente.

Esto implica, por ejemplo, implementar políticas que faciliten la formación y el aprendizaje del euskera en el entorno laboral, así como garantizar que la competencia lingüística no se convierta en un requisito excluyente a la hora de acceder a un empleo.

Además, es crucial que desde las instituciones se envíe un mensaje claro y contundente sobre la importancia del euskera como parte fundamental de la identidad y la cultura vasca, y como una herramienta de integración y cohesión social. Lejos de ser un obstáculo, el euskera debe ser visto como un activo que enriquece y fortalece a las empresas y organizaciones que operan en el País Vasco.

EL EUSKERA COMO OPORTUNIDAD PARA LAS EMPRESAS

Más allá de la cuestión de los derechos, es importante destacar que el dominio del euskera por parte de los trabajadores puede representar una ventaja competitiva para las empresas. En un mercado cada vez más globalizado, la capacidad de comunicarse en múltiples idiomas, incluido el euskera, se convierte en un valor añadido que permite a las organizaciones ampliar su alcance, mejorar la atención al cliente y facilitar la internacionalización de sus actividades.

Asimismo, el fomento del euskera en el ámbito laboral puede tener un impacto positivo en la cohesión y la motivación de los equipos de trabajo. Al valorar y promover el uso del idioma vasco, las empresas demuestran su compromiso con la diversidad lingüística y cultural, lo que puede contribuir a generar un entorno de trabajo más inclusivo y satisfactorio para los empleados.

En este sentido, es fundamental que las empresas y las instituciones trabajen de manera coordinada para desarrollar programas de formación, incentivos y políticas que faciliten el aprendizaje y el uso del euskera en el ámbito laboral. Solo a través de este esfuerzo conjunto podremos superar la falsa dicotomía entre derechos laborales y lingüísticos, y aprovechar las oportunidades que ofrece el dominio del idioma vasco en el mundo empresarial.

UN DESAFÍO PARA EL FUTURO

El debate en torno a la supuesta contraposición entre derechos laborales y lingüísticos en el País Vasco refleja la necesidad de abordar esta cuestión de manera integral y estratégica. Es crucial que las instituciones, las empresas y la sociedad en general trabajen en conjunto para encontrar soluciones que permitan conciliar ambos derechos y aprovechar las ventajas que ofrece el bilingüismo en el entorno laboral.

Más allá de las voces que plantean un falso dilema, es fundamental que se promuevan iniciativas que fomenten el aprendizaje y el uso del euskera en el ámbito empresarial, sin que ello suponga un menoscabo de los derechos laborales.

Solo a través de este enfoque integral podremos avanzar hacia una sociedad más inclusiva y competitiva, en la que el respeto a la diversidad lingüística y el desarrollo de las capacidades de los trabajadores vayan de la mano.

El desafío para el futuro es claro: armonizar los derechos laborales y lingüísticos, de manera que el euskera se convierta en una herramienta que fortalezca a las empresas y a la sociedad vasca en su conjunto. Con visión estratégica, compromiso y colaboración entre todos los actores implicados, ese objetivo puede convertirse en una realidad tangible y beneficiosa para todos.