El orégano es una de las hierbas más utilizadas en el hábito gastronómico, sin embargo lo que pocos mencionan es que se trata de un alimento que va mucho más allá del sabor culinario. Esta planta tiene propiedades que lo convierten en una excelente opción para utilizar en remedios medicinales naturales y aquí te explicamos cómo utilizarlo.
En específico, el aceite de orégano es un producto rico en compuestos fenólicos, como el carbacol y el timón, los cuales tienen propiedades antibacterianas, antifúngicas y antivirales. De esta manera, son ideales para usar como métodos preventivos o para combatir algunas infecciones o reducir la inflamación. Ahora bien, sus usos van mucho más allá, ya que es conocido como el elixir de la felicidad.
Por qué usar aceite de orégano para mejorar el estado de ánimo
Las propiedades que contiene el aceite de orégano no solo influyen en el fortalecimiento del sistema inmunológico, alivia problemas digestivos, reduce la inflamación y ayuda al bienestar de la piel, sino que tiene efectos relajantes que pueden mejorar el estado de ánimo, lo cual reduce el riesgo de atravesar momentos de ansiedad y disminuye el estrés de forma significativa cuando se utiliza de la manera adecuada.
Pero, ¿cómo preparamos aceite de orégano casero? la verdad es que este proceso es muy sencillo. Lo esencial es tener hojas frescas de orégano y aceite de oliva extra virgen. Para prepararlo solo debes lavar y secar muy bien las hojas de orégano, para luego llenar un frasco de vidrio con las hojas, dejando un poco de espacio en la parte superior. Luego, cubre las hojas con aceite de oliva extra virgen, asegurándote de que queden completamente sumergidas. Cierra el frasco muy bien y agita la mezcla. Es importante que dejes reposar el frasco en un lugar oscuro y fresco durante al menos dos semanas.
Así debes usar el aceite de orégano
Transcurrido el tiempo de reposo, solo debes colar el aceite, introducirlo en un frasco oscuro de vidrio y estará listo para usar. Este puede consumirse vía oral, agregando unas gotas a una cucharada de miel o a un vaso de agua. También puede utilizarse de forma tópica, diluyendo el aceite de orégano en aceite de coco o de almendras para tratar problemas cutáneos.
Debes recordar que, antes de consumir el aceite, debes consultar con tu médico de cabecera, especialmente si tienes alguna condición de base, estás amamantando o embarazada. Procuara también, evitar consumir grandes cantidades de este producto, ya que es realmente potente.
