Despertar y tomar una buena taza de café es un hábito que millones de personas tienen en todo el mundo. Aunque existen muchos beneficios detrás de tomar esta bebida, se trata de un hábito que no es recomendable para todas las personas. Muchas veces, hemos escuchado hablar sobre la energía y el estado de la alerta que este producto promueve, sin embargo este efecto puede ser nocivo en algunos casos.
Durante los últimos años, se ha generado mucha más conciencia sobre la ansiedad y cómo esta condición afecta a algunas personas. Quienes se ven afectados por este problema de salud mental deben buscar diferentes métodos y técnicas para aliviar las sensaciones de angustia o estrés. En esta búsqueda de calma, el café puede ser un gran oponente y aquí te explicamos las razones.
Por qué las personas con ansiedad no deben tomar café

Como ya mencionamos, el café es una bebida estimulante y esto se debe a si compuesto activo más importante: la cafeína. Esto significa que activa al sistema nervioso central y aumenta la actividad cerebral, al tiempo que acelera el ritmo cardíaco y eleva la presión arterial. Aunque este efecto es muy beneficioso para algunas personas, para quienes sufren de ansiedad puede provocar o agravar los síntomas.
En primer lugar, la cafeína puede intensificar la sensación de nerviosismo y preocupación, lo cual puede desencadenar un ataque de pánico severo. Igualmente, puede incrementar los episodios de insomnio, un síntoma muy común en personas que padecen ansiedad. Por otra parte, el estado de alerta producido por esta bebida puede generar irritabilidad y mayor sensibilidad a los estímulos externos. La aceleración del ritmo cardíaco es otro síntoma que puede presentarse, lo que se experimenta como palpitaciones.
Estas son las señales que pueden indicar un empeoramiento de la ansiedad por el café

Existen algunas señales que podrían indicar que el café no es tu mejor aliado. Entre estos síntomas, podrías experimentar aumento en la frecuencia o intensidad de los ataques de pánico, dificultad para concentrarse y realizar tareas cotidianas, sensación constante de nerviosismo, problemas digestivos y dificultad para relajarse.
En caso de experimentar alguno de estos síntomas después de tomar cafeína, lo más recomendable es reducir o eliminar su consumo y consultar con un profesional de la salud. Otra alternativa es optar por otras bebidas que no contengan estimulantes. Algunas opciones son las infusiones de hierbas, jugo de frutas y verduras o agua. Con este cambio notarás que tus síntomas se reducirán significativamente.