La industria energética se enfrenta a un desafío sin precedentes en algunas zonas de Sevilla, donde el cultivo ilegal de marihuana está provocando graves problemas en la red eléctrica. Esta situación no solo pone en riesgo la infraestructura, sino que también afecta el suministro de energía a los ciudadanos que cumplen con la ley. El fenómeno ha alcanzado tal magnitud que en las últimas semanas se han registrado varios incidentes que han dejado inutilizados importantes centros de transformación.
La problemática se concentra principalmente en barrios como el Polígono Sur, Los Pajaritos y Torreblanca, donde los enganches ilegales para el cultivo de cannabis han sobrecargado la red eléctrica hasta límites insostenibles. Estos sucesos no solo representan un peligro para la seguridad pública, sino que también suponen un reto significativo para las compañías eléctricas, que se ven obligadas a realizar inversiones millonarias para mantener y reforzar la infraestructura en estas zonas conflictivas.
La crisis de los centros de transformación en Sevilla
En un periodo de apenas tres semanas, cuatro centros de transformación han quedado completamente calcinados debido a la sobrecarga provocada por los enganches ilegales. Estos centros, diseñados para abastecer a cientos de hogares, se han visto sometidos a una presión insostenible por el consumo desmedido asociado al cultivo de marihuana. El último incidente se produjo en el Polígono Sur, donde una instalación con capacidad para 1.400 clientes contaba con solo 33 contratos legales de suministro.
La situación es particularmente alarmante considerando que estos centros de transformación habían sido previamente reforzados para intentar evitar daños mayores. Por ejemplo, el centro ubicado en la Calle Mago de Oz del Polígono Sur había sido ampliado en 2020 para aumentar su potencia, pero aun así no pudo resistir el continuo sabotaje. Este patrón se repite en otras zonas como Los Pajaritos y Torreblanca, donde instalaciones recientemente renovadas o equipadas con la última tecnología han quedado inutilizadas.
Lo más preocupante es que estas incidencias suelen ocurrir durante la madrugada, cuando se supone que el consumo energético debería ser menor. Este hecho sugiere que el cultivo ilegal de marihuana opera a pleno rendimiento durante las horas nocturnas, aprovechando la oscuridad para evitar ser detectados. La compañía eléctrica se ve obligada a instalar grupos electrógenos para garantizar el suministro a los clientes legítimos, pero incluso estos equipos sobredimensionados operan al límite de su capacidad.
Inversiones millonarias para combatir el fraude eléctrico
Frente a esta crisis, la compañía eléctrica ha implementado un ambicioso plan de inversión que asciende a cerca de 12,7 millones de euros desde 2020. Este plan se enfoca en el refuerzo y digitalización de las redes de media y baja tensión en las zonas más afectadas por el fraude asociado al cultivo de marihuana. En muchos casos, se ha duplicado la potencia instalada en áreas que no han experimentado crecimiento poblacional ni desarrollo urbanístico o industrial.
Es revelador que la inversión media por cliente en estos entornos conflictivos sea cinco veces superior a la destinada a barrios más acomodados de Sevilla. Este desequilibrio en la asignación de recursos refleja la magnitud del problema y el compromiso de la empresa por mantener un servicio estable en toda la ciudad. Para 2024, se han presupuestado más de 4,2 millones de euros adicionales para continuar mejorando la infraestructura eléctrica en estas zonas problemáticas.
El plan de mejora incluye la instalación de nuevos centros de transformación en barrios como Padre Pío, La Plata y Torreblanca, así como el refuerzo de instalaciones existentes en Padre Pío y Palmete. Además, se contempla la instalación de más de 17 kilómetros de nuevas líneas de media y baja tensión. Estas medidas buscan no solo garantizar el suministro a los clientes legítimos, sino también crear una red más resiliente frente a los intentos de fraude.
La lucha contra el fraude eléctrico: un desafío continuo
Más allá de las inversiones en infraestructura, la compañía eléctrica mantiene una lucha activa contra el fraude eléctrico mediante intervenciones regulares para detectar y eliminar los enganches ilegales. Estas operaciones son fundamentales para mantener la integridad de la red y asegurar un suministro justo para todos los usuarios. Sin embargo, estas acciones no están exentas de riesgos, ya que los técnicos a menudo se enfrentan a amenazas por parte de individuos en las zonas intervenidas.
Una de las últimas intervenciones, realizada el 19 de julio en el Polígono Sur, reveló la magnitud del problema: de 100 suministros inspeccionados, 44 estaban en situación de fraude eléctrico. Más alarmante aún, dos de estos casos presentaban consumos desproporcionados, similares a los de una plantación de marihuana. Estos datos subrayan la necesidad de una acción coordinada entre las autoridades y las empresas eléctricas para abordar esta problemática.
La lucha contra el fraude eléctrico asociado al cultivo ilegal de marihuana requiere un enfoque multidimensional. Además de las mejoras técnicas y las inspecciones, es crucial implementar programas de concientización ciudadana y fortalecer la colaboración con las fuerzas de seguridad. Solo a través de un esfuerzo conjunto se podrá garantizar un suministro eléctrico estable y justo para todos los habitantes de Sevilla, al tiempo que se combate una actividad ilegal que pone en riesgo la seguridad y el bienestar de la comunidad.