La capital alavesa fue escenario de una significativa visita durante las fiestas de la Virgen Blanca, con la presencia del Nuncio Apostólico en España, Bernardito Auza. Esta gira, más allá de los actos protocolarios, reflejó el profundo vínculo que une a la Diócesis de Vitoria-Gasteiz con la ciudad y su patrona.
El obispo de Vitoria-Gasteiz, Juan Carlos Elizalde, destacó que esta visita supone «una caricia del Papa Francisco para nuestra Diócesis, Vitoria-Gasteiz y nuestra tierra». Durante dos intensas jornadas, el representante del Sumo Pontífice pudo integrarse en la celebración de las fiestas patronales, viviendo de primera mano momentos clave como la bajada de Celedón, las Solemnes Vísperas, la procesión de los Faroles, el rosario de la Aurora, la misa en la plaza de la Virgen Blanca y la misa pontifical celebrada el lunes.
Una Visita Plena de Significado
La visita del Nuncio Apostólico a Vitoria-Gasteiz tuvo un profundo significado tanto para la Diócesis como para la ciudad. El propio monseñor Auza expresó que le ha llegado al corazón «el profundo cariño que tiene Vitoria-Gasteiz a la Virgen Blanca«. Además, manifestó estar «emocionado por todo lo que he visto y vivido, y agradecido al obispo por su invitación que está siendo una grata ocasión para conocer a esta Diócesis y a la preciosa ciudad de Vitoria».
Durante su visita, el Nuncio Apostólico presidió la Misa Pontifical en la iglesia de San Miguel por el Día de la Virgen Blanca, acto al que acudieron las principales autoridades institucionales y cientos de fieles. En la celebración se desarrolló además la ofrenda floral a la patrona de la ciudad y un aurresku ante su imagen.
La Virgen Blanca, Referencia de Fe para los Vitorianos
Monseñor Auza destacó que la Virgen Blanca «representa mucho para todos los vitorianos» y que «verdaderamente, la Virgen Blanca es referencia de la fe del pueblo de Dios que peregrina en Vitoria». Esta afirmación subraya el profundo significado que la figura de la patrona de la ciudad tiene para los habitantes de Vitoria-Gasteiz.
La visita del Nuncio Apostólico a la capital alavesa durante las fiestas de la Virgen Blanca ha sido, sin duda, un momento de gran relevancia que evidencia el estrecho vínculo entre la Iglesia y la ciudad. La presencia del representante del Papa Francisco, sus palabras y su implicación en los actos religiosos y populares de las fiestas, reflejan la importancia que la Diócesis y la figura de la Virgen Blanca tienen para los vitorianos.






