Preocupante situación en los trenes Talgo: Puente admite que los problemas han mermado la puntualidad al 41%

La entrega de los trenes Avril fabricados por Talgo en mayo de este año, tras más de dos años de retraso, ha ocasionado una infinidad de problemas que han afectado a la puntualidad de estos trenes, que se sitúa en solo el 41%, en contraste con el 76,2% del resto de trenes de alta velocidad y larga distancia de Renfe.

Estas reiteradas incidencias han llevado a los clientes de Renfe a perder confianza en el servicio, lo que se ha traducido en críticas negativas que han perjudicado la reputación de la empresa. Además, se han generado costes adicionales y un uso excesivo de tiempo y recursos materiales y personales para hacer frente a estos problemas.

Renfe Exige Compensaciones Económicas a Talgo

Ante esta situación, Renfe ha decidido solicitar compensaciones económicas a Talgo por el daño reputacional y las indemnizaciones a viajeros que ha tenido que asumir la compañía pública. Esto se suma a las reclamaciones de más de 160 millones de euros que ya ha realizado el operador por el retraso en la entrega de los trenes.

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El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha señalado que el incidente de ayer, en el que un tren Avlo sufrió una avería en el sistema de alimentación eléctrica, colma el vaso y demuestra los problemas que sufren los usuarios y el deterioro de la imagen del servicio.

Gobierno se Opone a Venta de Talgo a Grupo Húngaro

Esta polémica se desarrolla en un contexto de oferta de compra de Talgo por parte de un grupo húngaro, a la que el Gobierno, especialmente el ministro Puente, se ha opuesto, alegando vínculos con la extrema derecha y Rusia. Por su parte, la empresa Talgo está dispuesta a vender su negocio a los húngaros, frente a otra opción trasladada por la checa Skoda para combinar sus negocios, que ya ha sido rechazada.

En resumen, los graves problemas con los trenes Avril de Talgo han generado una crisis de confianza y reputación para Renfe, llevando a la empresa pública a exigir compensaciones económicas al fabricante. Además, esta situación se produce en medio de una disputa sobre la posible venta de Talgo a un grupo húngaro, a la que el Gobierno se ha opuesto.

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