El daño más frecuente en la playa es cuando ingresa agua de mar al oído. Esta situación parece algo cotidiano y simple pero que, si no se combate, puede provocar daño e infecciones debido a la humedad que queda en esa cavidad.
Una de las causas por el que el agua queda en el oído tiene que ver con al fisonomía del sistema auditivo, que puede ser estrecho, o la cantidad de cera que se acumula que ayuda a que el agua quede estancada en él. Para enfrentar este problema y evitar posibles complicaciones existen una serie de trucos caseros que ayudan a combatirlo.
Sin el mayor daño: cómo sacar el agua del oído en casa

El ingreso de agua en el oído puede ser la puerta a futuras infecciones si, una vez que la humedad ingresó a la cavidad, no se actúa con premura. Para poder sacarlo es necesario seguir una serie de simples pasos caseros que harán que los oídos se destapen con rapidez. Uno de ellos es el de secar los oídos con una toalla después del baño en el mar o realizar una pequeña cavidad con la palma de la mano y echar la cabeza para atrás para que el líquido salga.
Otro de los tips recomendados es el de secar con un secador de pelo a baja potencia y a una distancia prudente del oído para eliminar la humedad del lugar o, en el peor de los casos, realizarse baños de vapor como el que se realiza por la congestión de un resfriado. Mover la mandíbula está entre los pasos más comunes ante estas situaciones. De esta manera se puede masticar o bostezar para mantener activo el canal auditivo que está conectado a ella.
El daño de la otitis: cómo evitarla en verano

La acumulación de humedad en el conducto auditivo, producto de los baños en piscinas o mar, genera un entorno propicio para las infecciones bacterianas, dando lugar a la otitis externa, la enfermedad más frecuente en esta época del año que puede generar daño en el conducto auditivo. Para poder prevenirlas es necesario tomar una serie de recaudos que los especialistas indican y que son muy fáciles de llevar a cabo.
Una de ellas es la de el uso de tapones para los oídos o gorros de baño para mantener secos los oídos y la cavidad. También no es recomendable usar los bastoncillos de algodón, que pueden irritar el conducto auditivo y eliminar la cera protectora. Para reemplazarlos, es posible usar soluciones óticas avaladas por especialistas.