El maltrato animal, especialmente en el ámbito de la caza, continúa siendo un problema lamentable en nuestra sociedad. Recientemente, un caso estremecedor ha salido a la luz en una finca de La Rambla (Córdoba), donde siete galgos fueron encontrados en condiciones deplorables. Este incidente pone de manifiesto la urgente necesidad de abordar la problemática del abandono y la crueldad hacia los animales, especialmente aquellos utilizados para la caza.
El Rescate de los Galgos y la Labor de las Protectoras
Gracias a la intervención del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y la Policía Local de La Rambla, alertados por la asociación Galgos del Sur, se logró rescatar a seis de los siete galgos que se encontraban en la finca. Lamentablemente, uno de ellos ya había fallecido a causa de inanición, lo que ilustra la gravedad de la situación. Los animales rescatados presentaban un estado de salud crítico, mostrando signos de desnutrición, deshidratación, infestación por parásitos y un profundo terror. Afortunadamente, los galgos supervivientes se encuentran ahora bajo el cuidado de Galgos del Sur, donde reciben la atención veterinaria y emocional que necesitan para su recuperación.
La Necesidad de un Cambio de Mentalidad y Legislación
Este caso, lamentablemente, no es un hecho aislado. El abandono y el maltrato de perros de caza, especialmente galgos, es una realidad preocupante. La asociación Galgos del Sur ha denunciado un aumento considerable en el número de casos desde la aprobación de la nueva Ley de Bienestar Animal, la cual excluye a los perros de caza de su protección. Esta exclusión genera un vacío legal que deja a estos animales en una situación de vulnerabilidad, expuestos a la irresponsabilidad y la crueldad de quienes los utilizan para la caza y luego los abandonan a su suerte. Es fundamental un cambio de mentalidad en la sociedad, que reconozca a los animales como seres sintientes que merecen respeto y protección. Asimismo, se requiere una revisión de la legislación actual para garantizar la protección de todos los animales, sin distinción de raza o uso. La lucha contra el maltrato animal es una tarea que nos compete a todos.
