En un acto de determinación y compromiso con la salud pública, cuatro vecinos de Carabanchel, Madrid, han emprendido una épica travesía en bicicleta hasta Ginebra, Suiza, con el fin de llevar la precaria situación del Centro de Salud Abrantes ante la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU.
Durante más de una década, el barrio de Carabanchel ha sido testigo de una agotadora lucha por mantener una atención médica adecuada y accesible para su población de más de 30.000 personas. Ahora, estos ciudadanos decididos han dado un paso más allá, recorriendo casi 1.500 kilómetros en bicicleta para hacer oír su voz en el ámbito internacional y exigir soluciones a la falta crónica de profesionales en el Centro de Salud Abrantes.
UNA MARCHA POR LA DIGNIDAD SANITARIA
El grupo de cuatro vecinos, liderado por Jorge Aranda y Alberto Astudillo, partió el pasado 26 de julio desde Carabanchel con el objetivo de llegar a la sede de la ONU en Ginebra. Durante su viaje épico, los ciclistas han tenido que enfrentar diversos desafíos, pero su determinación ha sido inquebrantable. Tras recorrer casi 1.500 kilómetros, llegarán este martes 12 de septiembre a la Place de las Nations en Ginebra, donde serán recibidos por organizaciones sociales y de defensa de los derechos humanos de la ciudad.
Una vez en Ginebra, el grupo presentará un informe de situación elaborado por la Asociación Popular de Carabanchel, con el apoyo de un grupo de abogados, ante la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU. Este documento detallará la precaria realidad que enfrentan los vecinos del barrio, quienes han llevado a cabo manifestaciones semanales frente al Centro de Salud Abrantes durante años, exigiendo soluciones a la falta crónica de médicos y profesionales sanitarios.
LA VOZ DE CARABANCHEL RESUENA EN LA ONU
La iniciativa de estos cuatro vecinos de Carabanchel representa un acto de coraje y compromiso con la salud pública. Al llevar su lucha hasta la sede de la ONU en Ginebra, buscan amplificar su voz y denunciar la situación que han soportado durante demasiado tiempo. Esperan que su informe de situación pueda generar presión internacional y contribuir a la búsqueda de soluciones duraderas para el Centro de Salud Abrantes.
Esta movilización sin precedentes ha captado la atención de organizaciones sociales y de defensa de los derechos humanos en Ginebra, quienes se preparan para recibir a la delegación de Carabanchel y acompañarlos en su encuentro con la Oficina del Alto Comisionado. Juntos, buscarán visibilizar la lucha de este barrio madrileño y exigir a las autoridades competentes que se tomen medidas efectivas para garantizar una atención médica digna y accesible para todos los vecinos.
UN LEGADO DE LUCHA Y SOLIDARIDAD
La travesía en bicicleta de estos cuatro vecinos de Carabanchel trasciende los límites geográficos y se convierte en un símbolo de la determinación de una comunidad que se niega a aceptar la erosión de su sistema de salud pública. Su viaje épico y su llegada a la sede de la ONU en Ginebra representan una llamada de atención a las autoridades y a la comunidad internacional sobre la importancia de garantizar el acceso a la salud como un derecho fundamental.
Más allá de las cifras y las estadísticas, esta historia de lucha y solidaridad pone rostro a la crisis de la sanidad pública en España. Los vecinos de Carabanchel han demostrado que, unidos y con determinación, pueden hacer oír su voz y exigir soluciones a problemas que afectan a la calidad de vida de sus comunidades. Su legado será una inspiración para otros barrios y ciudades que, al igual que Carabanchel, se enfrentan a desafíos similares en la provisión de servicios de salud de calidad.