La DANA que azota Baleares este miércoles ha generado serias disrupciones en la actividad aérea de las Islas. Diversas cancelaciones de vuelos, tanto de llegadas como salidas, así como desviaciones de aeronaves a otros aeropuertos, han sido las consecuencias más inmediatas de este fenómeno meteorológico adverso.
Según los últimos reportes de Aena, el gestor aeroportuario español, se han registrado un total de 22 cancelaciones de vuelos de llegada y 22 de salida, tanto en rutas nacionales como internacionales, en los diferentes aeropuertos de Baleares. Además, se vio obligado a desviar a Menorca un vuelo procedente de Birmingham (Reino Unido) que no pudo aterrizar en su destino original.
La situación no fue menos complicada en Ibiza, donde se cancelaron 2 vuelos de llegada y 2 de salida, y un avión que había despegado desde Manchester tuvo que ser desviado a Alicante. En el caso de Menorca, las cancelaciones ascendieron a 2 salidas y 3 llegadas.
Retrasos Generalizados y Mayor Congestión en los Aeropuertos
Más allá de las cancelaciones y desviaciones, el mal tiempo ha provocado retrasos generalizados que afectarán a la operativa de todo el día en los aeropuertos baleares. Esta situación ha derivado en una mayor aglomeración de personas de lo habitual en las instalaciones del aeropuerto de Palma, el principal de la región.
Las inclemencias meteorológicas, con fuertes vientos, lluvias intensas y problemas de visibilidad, han puesto a prueba la capacidad de respuesta de los aeropuertos y las compañías aéreas para mantener la conectividad y minimizar las molestias a los pasajeros. Sin embargo, las operaciones se han visto seriamente comprometidas, generando inconvenientes y retrasos en los planes de viaje de muchos usuarios.
Perspectivas de Mejora Dependen de la Evolución Climática
A medida que la DANA continúe su paso por las Islas Baleares, las autoridades aeroportuarias y las aerolíneas estarán atentas a la evolución de la situación para poder restablecer la normalidad en la medida de lo posible. No obstante, mucho dependerá de la duración e intensidad de este fenómeno meteorológico adverso, que ha puesto en jaque las operaciones aéreas en un momento clave de la temporada turística.
