El PP denuncia «amnistía administrativa» en Euskadi por el «blanqueamiento» de presos de ETA

En los últimos tiempos, se ha generado una gran preocupación en torno a la gestión penitenciaria de los presos de ETA en el País Vasco. Diversas voces han alzado la voz para denunciar lo que consideran una «amnistía administrativa», un proceso silencioso y peligroso que, sin pasar por un marco legal adecuado, permite la excarcelación de terroristas sin un verdadero arrepentimiento ni una reparación tangible a las víctimas.

Este proceso, en lugar de buscar la justicia y la reconciliación, parece estar más enfocado en blanquear el historial delictivo de estos individuos. La sociedad vasca, que ha sufrido durante décadas el azote del terrorismo, merece un proceso transparente y justo que reconozca el dolor infligido y promueva una verdadera convivencia pacífica.

Las Consecuencias de Blanquear el Pasado Terrorista

La «amnistía administrativa», lejos de cerrar heridas, las reabre con mayor fuerza. La falta de un reconocimiento explícito del daño causado y la ausencia de una condena firme de la violencia generan un clima de impunidad que atenta contra la memoria de las víctimas y la dignidad de toda una sociedad.

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Además, la normalización de la presencia de imágenes de presos de ETA en espacios públicos, especialmente durante festividades, resulta profundamente ofensiva para las víctimas y sus familias. Esta banalización del terrorismo no solo es inaceptable desde un punto de vista ético y moral, sino que también envía un mensaje peligroso a las futuras generaciones al restar importancia a la gravedad de los actos cometidos.

La Responsabilidad de los Partidos Políticos en la Lucha Contra el Terrorismo

Es fundamental que los partidos políticos asuman su responsabilidad en la lucha contra el terrorismo, no solo de palabra, sino también con acciones concretas. La condena unánime y rotunda de la violencia, el apoyo incondicional a las víctimas y la promoción de una cultura de paz y respeto a la ley deben ser pilares fundamentales de su actuación.

No se puede permitir que intereses políticos o partidistas primen sobre la justicia y la memoria de las víctimas. La sociedad vasca necesita un compromiso real y efectivo de todos los actores políticos para construir un futuro en paz y libertad, donde el terrorismo no tenga cabida. Es hora de pasar de las palabras a los hechos y demostrar con determinación que el único camino posible es el del respeto a la ley, la justicia y la convivencia pacífica.

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