Detenido en Tenerife al llevar escondidos en el coche tres lagartos especialmente protegidos

El tráfico ilegal de especies silvestres es un problema global que amenaza la biodiversidad de nuestro planeta. Este delito, a menudo vinculado a otros como el blanqueo de capitales, no solo afecta a la fauna y flora, sino que también tiene graves consecuencias para la salud humana y la economía mundial. Recientemente, un caso en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife ha puesto de manifiesto la importancia de la lucha contra este tipo de delitos.

La Guardia Civil Intercepta un Intento de Tráfico de Lagartos Gigantes en Tenerife

Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes a la Sección Fiscal y Fronteras del Puerto de Santa Cruz de Tenerife, han llevado a cabo con éxito la detención de un individuo de 52 años. El hombre, residente de la capital tinerfeña, ha sido imputado por un delito contra la flora y la fauna al estar en posesión de especies protegidas de fauna silvestre.

La intervención policial se produjo durante un control rutinario de personas y vehículos a la llegada de un barco comercial. Los agentes, al inspeccionar el vehículo del sospechoso, notaron un comportamiento inusualmente nervioso en el conductor, lo que despertó sus sospechas. Tras una exhaustiva inspección del vehículo, los agentes descubrieron, cuidadosamente ocultos, tres ejemplares de lagarto gigante de Gran Canaria.

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La Importancia de Proteger la Fauna Silvestre y el Ecosistema Canario

Este caso subraya la importancia crucial de la labor que realizan los cuerpos de seguridad en la protección de la fauna y flora, especialmente en regiones como las Islas Canarias, que albergan una rica biodiversidad. La captura y comercio ilegal de especies protegidas, como el lagarto gigante de Gran Canaria, no solo infringe la ley, sino que también representa una seria amenaza para la supervivencia de estas especies y el equilibrio del ecosistema.

El lagarto gigante de Gran Canaria es una especie endémica de la isla y se encuentra catalogada como «especie protegida» por la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. Esta ley establece penas de prisión y multas significativas para aquellos que capturen, posean o comercien con especies protegidas.

Es fundamental concienciar a la población sobre la importancia de proteger nuestro patrimonio natural y denunciar cualquier actividad sospechosa relacionada con el tráfico de especies. La colaboración ciudadana es esencial para combatir este delito y preservar la riqueza biológica de nuestro planeta para las generaciones futuras.

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