El crecimiento económico del Reino Unido se ha moderado ligeramente en el segundo trimestre de 2024, registrando un aumento del 0,6% en su Producto Interior Bruto (PIB) en comparación con el trimestre anterior. Esta cifra representa una décima menos que el ritmo de expansión observado en los primeros tres meses del año, cuando el PIB creció un 0,7%. A pesar de esta ligera desaceleración, el desempeño de la economía británica sigue siendo positivo, impulsado principalmente por el sector servicios.
En términos interanuales, el PIB del Reino Unido experimentó un crecimiento del 0,9% en el segundo trimestre de 2024. Este dato cobra mayor relevancia al compararlo con el mismo período del año anterior, reflejando una evolución positiva en la actividad económica del país.
Análisis Sectorial del Crecimiento Económico
El sector servicios, pilar fundamental de la economía británica, continúa mostrando solidez al registrar una expansión trimestral del 0,8% entre abril y junio. Este crecimiento coincide con el experimentado en el primer trimestre del año, consolidando su papel como motor de la economía. No obstante, no todos los sectores presentan la misma tendencia.
El sector de la producción, por su parte, experimentó una contracción del 0,1% en el segundo trimestre, contrastando con el crecimiento del 0,6% observado en el trimestre anterior. Similar situación se observa en el sector de la construcción, que registró un retroceso del 0,1% tras haber caído seis décimas en el primer trimestre. Esta divergencia en el comportamiento de los distintos sectores subraya la importancia de analizar la economía británica desde una perspectiva más amplia, considerando tanto los aspectos positivos como los desafíos que enfrenta.
La Inflación y las Decisiones de Política Monetaria
En el contexto internacional, el crecimiento del PIB del Reino Unido en el segundo trimestre de 2024 (0,6%) se sitúa en niveles intermedios. Supera al crecimiento de la eurozona (0,3%), pero se queda ligeramente por debajo del crecimiento de Estados Unidos (0,7%).
En este escenario, el Banco de Inglaterra ha tomado medidas para controlar la inflación, la cual se situó en el 2,2% interanual en julio, experimentando una aceleración de dos décimas respecto al mes anterior. Para hacer frente a este repunte, el Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra decidió a principios de agosto reducir en 25 puntos básicos el tipo de interés de referencia, situándolo en el 5%. Esta medida, que representa el primer recorte de la tasa desde marzo de 2020, busca estimular la economía y contener las presiones inflacionarias.
El futuro de la economía británica dependerá en gran medida de la evolución de la inflación y de la capacidad del Banco de Inglaterra para mantener un equilibrio entre el crecimiento económico y la estabilidad de precios. La incertidumbre en el escenario internacional, así como las negociaciones comerciales post-Brexit, serán factores determinantes en los próximos meses.






