La calima, ese fenómeno meteorológico que tiñe el cielo de un tono amarillento y trae consigo partículas de polvo en suspensión, puede tener efectos negativos en nuestra salud. Es fundamental conocer las medidas preventivas para minimizar su impacto, especialmente en personas sensibles como niños, ancianos y aquellos con enfermedades respiratorias o cardiovasculares.
Recomendaciones Para Reducir la Exposición a la Calima
La prevención es clave para evitar complicaciones de salud asociadas a la calima. Mantenerse informado sobre los episodios de calima a través de fuentes oficiales, como la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), es crucial. Estas instituciones emiten alertas y recomendaciones específicas que nos permiten tomar las medidas adecuadas.
- Evitar la exposición prolongada al aire libre: Durante un episodio de calima, es recomendable reducir al mínimo las actividades al aire libre, especialmente aquellas que impliquen esfuerzo físico. El polvo en suspensión puede irritar las vías respiratorias y agravar problemas existentes, como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
- Mantener las ventanas cerradas: Sellar puertas y ventanas con burletes o toallas húmedas ayuda a evitar que el polvo entre en el hogar. Utilizar purificadores de aire con filtros HEPA puede contribuir a mejorar la calidad del aire interior, especialmente para personas con enfermedades respiratorias.
- Hidratación constante: Beber abundante agua ayuda a mantener las mucosas hidratadas, lo que facilita la expulsión de partículas inhaladas. Además de agua, los zumos naturales y las infusiones también contribuyen a una correcta hidratación.
Síntomas y Cuándo Acudir al Médico
La exposición a la calima puede provocar diversos síntomas, desde leves molestias hasta complicaciones más serias. Es fundamental reconocer estos síntomas para actuar con prontitud.
- Irritación ocular y respiratoria: Picor de ojos, lagrimeo, tos seca, irritación de garganta y congestión nasal son síntomas comunes ante la presencia de calima.
- Agravamiento de enfermedades preexistentes: Personas con asma, EPOC u otras enfermedades respiratorias o cardiovasculares pueden experimentar un empeoramiento de sus síntomas.
- Dificultad respiratoria: En casos más severos, la calima puede provocar dificultad para respirar, dolor en el pecho y sibilancias.
Ante la aparición de síntomas intensos o persistentes, o si se observa un empeoramiento de enfermedades preexistentes, es crucial buscar atención médica de inmediato. Llamar al teléfono de emergencias (112) si se presentan dificultades respiratorias o dolor en el pecho.