La muerte de un trabajador autónomo en Iurreta (Bizkaia) el pasado 14 de agosto, tras sufrir un golpe en la cabeza por la caída de una rama mientras realizaba labores forestales, ha vuelto a poner de manifiesto la peligrosidad inherente a este sector. Este trágico suceso eleva a 36 el número de muertes en accidentes laborales en el País Vasco y Navarra desde principios de año, una cifra alarmante que exige una profunda reflexión y medidas contundentes.
Riesgos laborales en el sector forestal: un problema estructural
El sector forestal se caracteriza por la presencia de riesgos laborales significativos. El trabajo se desarrolla en entornos agrestes, con terrenos escarpados y condiciones climáticas adversas, lo que aumenta la probabilidad de accidentes. Además, el manejo de maquinaria pesada y herramientas peligrosas incrementa la exposición a situaciones de riesgo para los trabajadores. A estos factores, se suma la precariedad laboral que afecta a muchos trabajadores del sector, lo que se traduce en una menor inversión en medidas de seguridad y prevención.
La combinación de estos elementos configura un escenario propicio para la ocurrencia de accidentes laborales, a menudo con consecuencias fatales. Es fundamental abordar esta problemática de raíz, implementando medidas que garanticen la seguridad y salud de los trabajadores forestales.
Hacia una cultura de prevención en el sector forestal: la responsabilidad de todos
La prevención de riesgos laborales debe ser una prioridad absoluta en el sector forestal. Es necesario un cambio de paradigma que coloque la vida y la integridad de los trabajadores en el centro de la actividad productiva. Para lograrlo, se requiere la implicación de todos los actores involucrados: empresas, trabajadores, instituciones y sociedad en general.
Las empresas deben asumir su responsabilidad en la protección de sus trabajadores, proporcionándoles formación adecuada en materia de seguridad, equipos de protección individual de calidad y promoviendo un entorno laboral seguro. Las instituciones, por su parte, tienen el deber de garantizar el cumplimiento de la normativa vigente en materia de prevención de riesgos laborales, así como de promover políticas públicas que fomenten la cultura preventiva en el sector. Los trabajadores, a su vez, deben ser conscientes de los riesgos a los que se enfrentan y adoptar las medidas de seguridad necesarias para protegerse.
La tragedia de Iurreta nos recuerda la importancia de trabajar unidos para construir un sector forestal más seguro y justo para todos. Es necesario un compromiso real y efectivo que se traduzca en acciones concretas que protejan la vida y la salud de quienes dedican su esfuerzo a esta importante labor.