En un encuentro cargado de significado, el Papa Francisco recibió en audiencia privada al presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, junto a la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, y el arzobispo de la capital aragonesa, Carlos Escribano. Durante la reunión, que Azcón describió como «especial» y marcada por la cercanía, amabilidad y cariño del Santo Padre, se abordaron temas de relevancia para Aragón, como el reconocimiento a la figura del Papa Luna y cuestiones relacionadas con los bienes eclesiásticos. Sin embargo, la conversación trascendió las fronteras aragonesas para adentrarse en problemáticas de alcance global.
La Hispanidad une a Aragón con el sufrimiento del pueblo venezolano
La situación en Venezuela, marcada por la incertidumbre y la preocupación internacional tras las últimas elecciones, ocupó un lugar central en la conversación con el Papa Francisco. Azcón destacó la especial sensibilidad del Santo Padre hacia el sufrimiento del pueblo venezolano y su compromiso con la paz mundial. La figura de la Virgen del Pilar, patrona de Zaragoza e icono de la Hispanidad, sirvió como puente para expresar la cercanía que se siente desde Aragón hacia los problemas que aquejan a Latinoamérica, en particular, la crisis política y social que atraviesa Venezuela.
La democracia y el bienestar de las personas, preocupaciones compartidas
El presidente aragonés subrayó la preocupación compartida con el Papa Francisco por la falta de democracia plena en Venezuela y el no respeto al resultado de las elecciones. Un escenario que, lejos de mejorar la vida de los ciudadanos, profundiza la crisis y el sufrimiento. La conversación con el Santo Padre evidenció la necesidad de encontrar soluciones pacíficas y democráticas que garanticen el bienestar del pueblo venezolano y la estabilidad en la región. La reunión concluyó sin abordar asuntos de política española, centrándose en la dimensión internacional de la figura del Papa y su compromiso con la justicia y la paz en el mundo.
