Matthew Perry, reconocido mundialmente por su papel de Chandler Bing en la icónica serie Friends, falleció trágicamente a la edad de 54 años. Su partida dejó un vacío en el mundo del entretenimiento y en los corazones de millones de fanáticos. La autopsia reveló que la causa del fallecimiento fue ahogamiento accidental en su jacuzzi, tras sufrir los efectos de una dosis letal de ketamina. Este trágico evento condujo a una exhaustiva investigación por parte de las autoridades, que reveló una compleja red de suministro de drogas alrededor del actor.
La Investigación y las Últimas Voluntades del Actor
La investigación, llevada a cabo por la Administración de Control de Drogas (DEA) y el Departamento de Policía de Los Ángeles, culminó con la imputación de cinco personas, incluyendo a Kenneth Iwamasa, asistente personal de Perry. Documentos judiciales recientemente revelados sacan a la luz las últimas palabras del actor a Iwamasa, a quien, según los informes, Perry le solicitó preparar el jacuzzi e inyectarle «una grande» de ketamina. Es importante destacar que el actor se encontraba bajo tratamiento médico con esta sustancia, pero la cantidad encontrada en su organismo superaba ampliamente las dosis terapéuticas.
Los documentos también revelan que Perry había sido encontrado inconsciente en su casa en dos ocasiones anteriores. El actor siempre fue abierto sobre su historial de adicción, llegando incluso a publicar sus memorias tituladas «Amigos, amantes y aquello tan terrible». En diversas ocasiones, Perry expresó su deseo de ayudar a otras personas que enfrentaran problemas similares.
Un Giro Inesperado: La Búsqueda de Justicia para Matthew Perry
A pesar de las dificultades que enfrentó, tanto Perry como sus seres queridos afirmaban que había logrado superar su adicción. Jennifer Aniston, su compañera de reparto en Friends y amiga cercana, incluso mencionó en una entrevista que lo había notado «realmente sano» el mismo día de su fallecimiento. Sin embargo, el fiscal Martin Estrada declaró en una rueda de prensa que los cinco acusados se aprovecharon de la vulnerabilidad del actor para su propio beneficio económico.
Kenneth Iwamasa, quien se declaró culpable de los cargos, admitió haber suministrado a Perry varias inyecciones de ketamina el día de su muerte y de participar en la obtención ilegal de la droga. Los otros cuatro acusados son el Dr. Salvador Plasencia, el Dr. Mark Chavez, Eric Fleming y Jasveen Sangha. Estrada enfatizó que los acusados «sabían que lo que hacían estaba mal», lo que añade otra capa de complejidad a este trágico caso.