La banca española ha realizado un esfuerzo considerable para reducir su carga de activos tóxicos. En 2023, se llevaron a cabo 32 operaciones de venta de estos activos, con un valor total de 13.511 millones de euros. Esta cifra, si bien significativa, representa una disminución con respecto a las 47 operaciones y 16.511 millones de euros registrados en 2022. Este cambio refleja una tendencia en el sector hacia la consolidación de carteras y la búsqueda de operaciones de mayor envergadura.
A pesar de la disminución en el número de operaciones, la banca española continúa gestionando un volumen considerable de activos tóxicos. El stock actual se estima en 43.259 millones de euros, lo que supone una reducción del 32% en comparación con los 63.699 millones de euros registrados en 2022. Esta reducción es un indicador positivo de la salud del sistema financiero español, pero también subraya la importancia de continuar con las estrategias de desinversión de activos problemáticos.
Los NPLs en el Foco de la Desinversión Bancaria
El interés de la banca por desprenderse de activos tóxicos se centra principalmente en los NPLs (Non-Performing Loans), es decir, préstamos impagados o con alto riesgo de impago. En 2023, el 73% del volumen total de transacciones correspondió a NPLs «unsecured», aquellos que carecen de garantías inmobiliarias. Este tipo de activo ha sido particularmente atractivo para fondos de inversión especializados en la gestión de deuda distressed.
Entre las operaciones más destacadas del 2023, se encuentran las ventas de las carteras Victoria, Nébula y Valhalla. Estas carteras, propiedad de Sareb, Blackstone y Deutsche Bank respectivamente, sumaron un total de 6.200 millones de euros y confirman la tendencia hacia la venta de grandes paquetes de NPLs.
El Mercado de NPLs en 2024: Tendencias y Perspectivas
Durante el primer semestre de 2024, el mercado de NPLs ha mostrado un dinamismo notable. Se han cerrado 15 operaciones por un valor total de 10.107 millones de euros, lo que representa casi el 75% del valor total registrado en 2023. Además, el importe medio de las carteras adjudicadas ha experimentado un aumento significativo, alcanzando los 674 millones de euros, en comparación con los 423 millones de euros del año anterior.
El apetito por los NPLs se mantiene, pero también se observa un creciente interés por los RPLs (Reperforming Loans), préstamos que previamente fueron clasificados como dudosos pero que han vuelto a un estado de normalidad en sus pagos. Este cambio de enfoque por parte de los inversores refleja la búsqueda de activos con un perfil de riesgo más moderado en un contexto económico marcado por la incertidumbre.
Se espera que la inflación y el aumento de los tipos de interés tengan un impacto en el volumen de NPLs disponibles en el futuro. La presión sobre la economía real podría traducirse en un aumento de la morosidad, lo que a su vez generaría nuevas oportunidades de inversión en este mercado.