La Comisionada de Salud Mental insta a «no asociar» la salud mental con la violencia tras el caso de Mocejón

La relación entre la salud mental y la violencia es un tema complejo y delicado que a menudo se aborda de manera simplista e inexacta en los medios de comunicación y la opinión pública. La publicación de información sobre la posible condición de salud mental de un sospechoso de un crimen, antes de que se haya establecido una conexión clara y probada, puede tener consecuencias perjudiciales y perpetuar estereotipos dañinos.

Es crucial recordar que la gran mayoría de las personas con trastornos mentales no son violentas y que la violencia es un fenómeno multifactorial influenciado por una variedad de factores sociales, económicos y personales.

El Daño del Estigma y la Desinformación

La asociación precipitada de la enfermedad mental con la violencia alimenta el estigma, que se define como un conjunto de actitudes, creencias y comportamientos negativos hacia las personas con trastornos mentales. Este estigma puede manifestarse en forma de discriminación, prejuicios y exclusión social, lo que a su vez puede dificultar el acceso a la atención médica, el empleo y la vivienda para las personas con enfermedades mentales.

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Además, el estigma puede llevar al autoestigma, es decir, la internalización de estas creencias negativas por parte de las propias personas con trastornos mentales. Esto puede generar sentimientos de vergüenza, culpa y baja autoestima, lo que puede impedirles buscar ayuda y apoyo cuando más lo necesitan.

Recomendaciones para una Cobertura Responsable

Para evitar la estigmatización y promover una comprensión más precisa de la salud mental, es fundamental que los medios de comunicación y la sociedad en general adopten un enfoque más responsable y ético al abordar estos temas. Algunas recomendaciones clave incluyen:

  • Evitar la especulación y la divulgación de información no confirmada: Es esencial esperar a que las autoridades competentes confirmen la información antes de difundirla, especialmente cuando se trata de datos médicos o psicológicos de un sospechoso.
  • Proporcionar un contexto adecuado: Al informar sobre casos que involucran a personas con enfermedades mentales, es fundamental presentar una visión completa y equilibrada que incluya información sobre la baja incidencia de violencia en este grupo de población y la importancia de la atención y el apoyo a la salud mental.
  • Utilizar un lenguaje respetuoso y no estigmatizante: Las palabras que elegimos al hablar sobre la salud mental importan. Es fundamental utilizar un lenguaje preciso, sensible y respetuoso que evite la perpetuación de estereotipos y la discriminación.

En definitiva, es responsabilidad de todos promover una cultura de respeto, comprensión y apoyo hacia las personas con enfermedades mentales. La información precisa y responsable es crucial para combatir el estigma y garantizar que las personas que necesitan ayuda se sientan seguras para buscarla sin temor a ser juzgadas o discriminadas.

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