En un acto que ha conmocionado a la sociedad jiennense, una mujer fue víctima de una brutal agresión en su propia vivienda. Los presuntos agresores, su marido y sus dos hijos, fueron detenidos por la Policía Nacional y la Policía Local tras una llamada de emergencia al servicio Cimacc 091. Los vecinos, alertados por el fuerte estruendo de la violencia que se desataba en el interior del domicilio, también contactaron con las autoridades.
La Rápida Intervención Policial Evita una Tragedia Mayor
Al llegar al lugar de los hechos, las fuerzas del orden encontraron una escena desgarradora. La víctima, con el rostro cubierto de sangre, pedía auxilio a través de una ventana. En el interior, reinaba el caos y la destrucción, evidenciando la magnitud del ataque. Tras acceder a la vivienda, los agentes se encontraron con los tres hombres en un estado de gran agitación y violencia. La víctima presentaba una profunda herida en la cabeza y un hombre que se encontraba en la vivienda yacía semiinconsciente en el suelo. Ambos presentaban múltiples heridas, producto de la agresión física con armas blancas, entre las que se encontraban un hacha y diversas herramientas agrícolas.
Un Historial de Violencia Familiar Agrava la Situación
La rápida intervención de los agentes, tanto de la Policía Nacional como de la Policía Local, fue crucial para apaciguar la situación y brindar atención médica inmediata a las víctimas. Durante el arresto, los agresores opusieron resistencia, insultando, amenazando y agrediendo a los agentes. La investigación posterior, llevada a cabo por el Grupo de Policía Judicial, reveló un terrible trasfondo de violencia familiar. La Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) confirmó que la víctima había presentado denuncias previas contra su marido y su hijo mayor por hechos similares. Este caso ha puesto de manifiesto, una vez más, la lacra de la violencia de género y la importancia de la denuncia temprana para proteger a las víctimas.






