El gobierno municipal de Valdemoro, liderado por una coalición entre el Partido Popular (PP) y Vox, ha generado polémica al eliminar los puntos violeta durante las fiestas patronales de la localidad en honor a la Virgen del Rosario. Además, el ayuntamiento ha aconsejado a las víctimas de agresiones sexuales que griten «fuego» o pidan ayuda, en lugar de utilizar los canales habituales. Estas decisiones han sido ampliamente criticadas por la oposición y la ministra de Igualdad, Ana Redondo, quienes las consideran un retroceso en la lucha contra la violencia de género.
El alcalde de Valdemoro, David Conde (PP), ha defendido el compromiso del consistorio con la prevención de la violencia machista, asegurando que se realiza a lo largo de todo el año a través de diversas iniciativas. Sin embargo, la oposición y el gobierno central han cuestionado estas medidas, considerándolas un intento de «ridiculizar» y «negar» la problemática.
La Eliminación de los Puntos Violeta en las Fiestas Patronales
El Ayuntamiento de Valdemoro ha justificado la eliminación de los puntos violeta durante las fiestas patronales debido a problemas técnicos y de contratación. Según el alcalde, estos puntos de información y atención a víctimas de violencia de género no pudieron ser habilitados debido a reparos por parte de Intervención. David Conde ha recalcado que la prevención de la violencia machista se realiza a lo largo de todo el año a través de diferentes programas y acciones, como cursos de defensa para mujeres, campañas de concienciación y un minuto de silencio en caso de víctimas de violencia de género.
Sin embargo, la oposición ha criticado duramente esta decisión, calificándola de «absolutamente intolerable» y acusando al equipo de gobierno de «reírse de las mujeres y de la violencia». El Partido Socialista (PSOE) de Valdemoro ha cuestionado si la eliminación de los puntos violeta responde a un «pleitesía a sus socios de gobierno», en referencia al acuerdo entre el PP y Vox.
Las Recomendaciones de Seguridad para Víctimas de Agresiones Sexuales
Además de la eliminación de los puntos violeta, el Ayuntamiento de Valdemoro ha recomendado a las víctimas de agresiones sexuales que griten «fuego» o pidan ayuda, en lugar de utilizar los canales habituales. Según el alcalde, David Conde, esta medida se propuso desde el área de Igualdad y cuenta con el apoyo de la Policía Local, basándose en estudios que indican que esta práctica puede resultar más efectiva para movilizar la ayuda de terceros.
No obstante, esta recomendación ha sido ampliamente criticada por la oposición y la ministra de Igualdad, Ana Redondo, quien la ha calificado de «manifestación machista» y «negacionismo de un problema importante» como la violencia de género. Redondo ha instado al Ayuntamiento de Valdemoro a «replantearse» estas acciones y a «reincorporar» los puntos violeta, considerados un «buen instrumento» en la lucha contra la violencia machista.
La Respuesta del Gobierno Municipal y las Críticas de la Oposición
El alcalde de Valdemoro, David Conde, ha defendido el compromiso del consistorio con la prevención de la violencia de género, negando cualquier relación entre estas decisiones y el acuerdo de gobierno con Vox. Según Conde, la eliminación de los puntos violeta se debió a cuestiones técnicas, mientras que la recomendación de gritar «fuego» se fundamenta en estudios que demuestran su efectividad para movilizar la ayuda de terceros.
Sin embargo, la oposición y el gobierno central han criticado duramente estas medidas, considerándolas un intento de «ridiculizar» y «negar» la problemática de la violencia de género. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha calificado estas acciones como una «manifestación machista» y ha instado al Ayuntamiento a «replantearse» su postura y «reincorporar» los puntos violeta.
En resumen, el Ayuntamiento de Valdemoro, gobernado por una coalición entre el PP y Vox, ha generado polémica al eliminar los puntos violeta en las fiestas patronales y recomendar a las víctimas de agresiones sexuales que griten «fuego». Estas decisiones han sido ampliamente criticadas por la oposición y el gobierno central, quienes las consideran un retroceso en la lucha contra la violencia de género.