La Unión Europea (UE) ha establecido ambiciosos objetivos de reducción de emisiones de CO2 para los fabricantes de automóviles, que deben cumplirse en 2025. Este artículo analiza los desafíos a los que se enfrentan los principales grupos fabricantes de vehículos, destacando aquellos que se encuentran más expuestos a posibles sanciones por incumplimiento.
El estudio realizado por la consultora Dataforce revela que solo unos pocos fabricantes, como Geely (Volvo, Polestar) y SAIC Motor (MG), están actualmente por debajo del umbral de 93,6 g/km de emisiones medias de CO2 establecido para 2025. La mayoría de los demás grupos, como Volkswagen y Ford, tendrán que hacer importantes esfuerzos para reducir significativamente sus emisiones y evitar cuantiosas multas.
Objetivos de Reducción de Emisiones para 2025
La Unión Europea ha endurecido considerablemente los objetivos de reducción de CO2 para los fabricantes de automóviles de cara a 2025. En el caso de los turismos, las emisiones medias de las ventas de vehículos nuevos deben caer por debajo de los 93,6 g/km, frente a los 116 g/km de 2024, lo que supone una reducción del 19%. Para los vehículos comerciales ligeros (LCV) de hasta 3,5 toneladas, los objetivos se reducirán de 185 a 154 g/km, es decir, una disminución del 17%.
Superar estos límites de CO2 puede dar lugar a multas cuantiosas, que se calculan multiplicando el exceso de CO2 en g/km y el volumen de matriculación por 95 euros. En el caso de los grandes grupos de fabricantes de equipos originales, esto puede suponer sanciones de cientos de millones de euros.
El Panorama Actual y los Desafíos Específicos
La situación para el siguiente año se muestra preocupante para la mayoría de grupos automovilísticos en la UE. Entre todos los fabricantes con motores de combustión interna en su gama de modelos, solo Geely (Volvo, Polestar) y SAIC Motor (MG) están por debajo del umbral de 93,6 g/km. Después de ellos, Toyota (105 g/km) y BMW (106 g/km) necesitan una reducción comparativamente moderada, pero el resto, como Stellantis, Renault, Nissan, Mitsubishi, Hyundai y Daimler, tendrán que hacer esfuerzos significativos.
Esto es especialmente cierto para el alemán Volkswagen Group y el estadounidense Ford, cuyos coches son más pesados que la media. Si bien en 2024 tienen objetivos individuales más elevados (121 y 124 g/km, respectivamente), este ajuste de peso se omitirá en 2025, lo que les obligará a redoblar sus esfuerzos.
Avances Lentos y Soluciones Estratégicas
A pesar de los ambiciosos objetivos, este año los avances han sido mínimos, advierte la consultora de datos. Los primeros seis meses de 2024 han arrojado mayores emisiones que todo el año 2023. Los vehículos eléctricos de batería y los híbridos enchufables ofrecen el mayor potencial de reducción para las marcas, pero los recortes de las subvenciones han dificultado su transición al mercado de gran volumen.
Para reducir las emisiones medias de CO2 el año que viene, los fabricantes de equipos originales tendrán que adoptar diferentes estrategias, todas ellas relacionadas con más coches eléctricos. Dependiendo de las emisiones actuales específicas del tipo de combustible, algunos necesitarán hasta un 37% de vehículos eléctricos de batería (BEV) y híbridos enchufables (PHEV) en su mix de ventas.
Además, la consultora señala que otras opciones estratégicas como la agrupación de emisiones de dióxido de carbono y el monitoreo mensual de las emisiones pueden ayudar a los fabricantes a cumplir con la normativa.
Impulsar la Adopción de Vehículos Eléctricos
Dataforce advierte que, desde la perspectiva actual, alcanzar cuotas de electrificación tan elevadas parece inalcanzable. Sin embargo, la electrificación no es un proceso lineal, sino que se produce por etapas. En el pasado, el salto de 2019 a 2020 fue sorprendentemente fuerte, y el retroceso actual también está influenciado por la eliminación abrupta de los incentivos a los vehículos eléctricos en Alemania, el mayor mercado de BEV de Europa.
Para impulsar la adopción de vehículos eléctricos, la consultora hace varias recomendaciones, como reducir los precios a través de cambios en la estructura de precios, aumentar la producción y reemplazar las costosas baterías NMC por baterías LFP, así como introducir modelos más pequeños y asequibles que ayuden a la transición al mercado masivo.
En resumen, el cumplimiento de los ambiciosos objetivos de reducción de emisiones de CO2 establecidos por la Unión Europea para 2025 representa un desafío significativo para la mayoría de los fabricantes de automóviles. Aquellos que no logren adaptarse a tiempo, como Volkswagen y Ford, se enfrentarán a sanciones millonarias, lo que les obligará a intensificar sus esfuerzos en la electrificación de sus flotas y la adopción de estrategias innovadoras.






