En un momento clave para la política española, el debate sobre la financiación de Cataluña se ha convertido en un punto de tensión entre altos cargos del gobierno. El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, se ha reafirmado en su posición de que el acuerdo fiscala suscrito entre el PSOE y ERC constituye un «concierto», una declaración que ha suscitado la réplica de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
Borrell ha sido claro en su interpretación, afirmando que el «concepto singular no se sabe muy bien lo que quiere decir» y que lo acordado «obedece a una lógica de concierto». Según el exministro socialista, la capacidad de Cataluña para recaudar impuestos y luego entregar una parte al Estado encaja en la definición técnica de «concierto». Sin embargo, Montero ha rechazado que se trate de un «concierto» como el vasco y ha negado que se contemple una «financiación singular» para la región.
La Lógica del «Concierto» Según Borrell
Borrell ha insistido en que el acuerdo implica que Cataluña tendrá «en su caja unos 30.000 millones de euros más», lo que no significa necesariamente una «financiación adicional», pues de esa cantidad se descontará lo que la comunidad autónoma deba entregar al Estado por los servicios prestados y en concepto de solidaridad territorial. El alto representante ha recalcado que, si bien este sistema no es idéntico al concierto vasco, sí responde a la lógica de «concierto» en términos técnicos.
Borrell ha subrayado que «las palabras tienen un significado» y que el de «concierto» es el que mejor se ajusta a lo pactado. Ha insistido en que no pretende «alimentar debates públicos», pero tampoco «quedar como mentiroso» tras las declaraciones de Montero. Además, ha señalado que existen otros sistemas de «concierto» en España, aunque no los conozca en otros países.
La Respuesta de Montero y Narbona
Por su parte, María Jesús Montero ha achacado las críticas de Borrell a la «peculiar relación» del exministro socialista con Cataluña. La vicepresidenta primera ha dejado claro que lo suscrito «no es ningún concierto» como el vasco y ha reiterado que se contempla una «financiación singular» para la región.
Asimismo, Cristina Narbona, presidenta del PSOE y de la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico del Congreso, ha manifestado «respeto» tanto hacia la postura de Montero como hacia la de su «marido» Borrell. Narbona ha señalado que aún es «prematuro» entrar en detalles sobre el uso del término «concierto económico» en las negociaciones del modelo de financiación.
En definitiva, el debate sobre la financiación de Cataluña ha generado desencuentros entre altos cargos del gobierno, con Borrell defendiendo la lógica de «concierto» y Montero y Narbona rehusando utilizar ese término. Esta discrepancia pone de manifiesto la complejidad y sensibilidad de las negociaciones en torno al modelo de financiación de la región.