En los últimos años, el yoga ha ganado una inmensa popularidad y esto se debe a que cada vez son más los profesionales de la salud que recomiendan practicar esta disciplina para obtener sus diversos beneficios físicos y mentales. Esta práctica milenaria combina posturas físicas, respiración y meditación para alcanzar una conexión cuerpo-mente.
La neurociencia ha demostrado que algunas posturas y ejercicios particulares pueden generar un estado de calma que ayuda a combatir el estrés y la ansiedad. Esto no solo brinda un beneficio inmediato, sino que previene problemas mayores a largo plazo, ya que tiene un efecto en todo el cuerpo. Aquí te explicamos cómo el yoga ayuda a reducir el estrés fácilmente y en poco tiempo.
¿Por qué el yoga reduce el estrés?
El yoga enfoca sus ejercicios en entrenar la mente para mantener la calma y esto tiene efectos directos en el funcionamiento cerebral, así como muchos procesos del organismo. Por un lado, esta disciplina es capaz de reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, esto genera una sensación de calma en pocos minutos y es beneficioso para la salud en general. Además, las posturas y ejercicios de esta disciplina aumentan la actividad en determinadas áreas del cerebro que están relacionadas con la felicidad y la relajación.
Por otra parte, esta práctica mejora la conectividad entre diferentes áreas del cerebro, que en términos sencillos significa que hay una mejor capacidad cognitiva para el aprendizaje y la memoria, además de mayor capacidad para manejar situaciones de estrés. Son diversas las técnicas y posturas que pueden generar estos efectos en el cerebro y en el organismo, sin embargo existe una postura que la neurociencia considera la joya para combatir el estrés de forma efectiva.
Esta es la postura de yoga para acabar con el estrés
La viparita karani es una de las posturas de yoga que destaca por su capacidad para relajar al sistema nervioso y reducir el estrés de forma impactante. También es conocida como ‘posición piernas arriba’ y consiste en recostarse contra la pared con las piernas elevadas. Aunque parece muy simple el efecto es rápido y notable.
Según la neurociencia, esta postura activa el sistema nervioso parasimpático, responsable de la respuesta de relajación y digestión. Este sistema es el contrario al simpático, el cual está asociado con la respuesta de lucha o huida que es generada por el estrés. Este ejercicio también ayuda a la reducción de la presión arterial y a drenar la sangre de las piernas hacia el corazón.
