JUCIL denuncia 728 agresiones a guardias civiles en lo que va del año

La Guardia Civil es una institución clave en la seguridad pública de nuestro país, desempeñando un papel fundamental en la protección de los ciudadanos y el mantenimiento del orden. Sin embargo, los miembros de este cuerpo se enfrentan a crecientes desafíos, incluyendo un preocupante aumento en el número de agresiones que sufren en el ejercicio de sus funciones. JUCIL, una de las asociaciones representativas de la Guardia Civil, ha hecho un llamado urgente para que se les reconozca oficialmente como una profesión de riesgo, una medida que consideran imprescindible para garantizar su seguridad y bienestar.

En este artículo, exploraremos en detalle las razones por las cuales JUCIL considera que este reconocimiento es una necesidad apremiante, analizando las cifras alarmantes de agresiones sufridas por los guardias civiles y las consecuencias que esto tiene para la sociedad en general. Además, discutiremos las implicaciones y posibles soluciones que podrían implementarse para abordar este grave problema.

LA ESCALADA DE AGRESIONES A LA GUARDIA CIVIL

Las cifras proporcionadas por JUCIL son profundamente preocupantes. Según sus datos, en el primer semestre de 2024, 728 agentes del instituto armado han sido víctimas de agresiones, lo que significa una media diaria de entre 4 y 5 agredidos. Esta escalada de violencia es un claro indicador de la «pérdida de respeto a la autoridad» que los guardias civiles enfrentan en el cumplimiento de sus obligaciones.

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Aún más alarmante es el hecho de que 12 de estas agresiones han sido perpetradas con armas, lo que pone en riesgo la integridad física de los agentes y evidencia la gravedad de la situación. Estas cifras reflejan un aumento significativo en comparación con el mismo período del año anterior, lo que subraya la urgencia de implementar medidas efectivas para proteger a los miembros de este cuerpo.

Según los análisis de JUCIL, aproximadamente el 50% de estas agresiones son sufridas por personal destinado en seguridad ciudadana, un área que además enfrenta un déficit de personal debido a la asignación de efectivos a unidades de reciente creación. Las siguientes especialidades más afectadas son las de Tráfico y Seguridad y Protección, lo que demuestra que los guardias civiles que se encuentran en primera línea de la acción policial son los más vulnerables a estos ataques.

LA NECESIDAD DE RECONOCER A LA GUARDIA CIVIL COMO PROFESIÓN DE RIESGO

Ante esta alarmante situación, JUCIL ha exigido con urgencia que los guardias civiles sean reconocidos como profesión de riesgo, una medida que consideran fundamental para abordar el problema de la violencia contra este cuerpo.

Este reconocimiento, que ya se ha otorgado a otros cuerpos de seguridad como los Mossos d’Esquadra y la Ertzaintza, brindaría a los guardias civiles un estatus especial que les permitiría acceder a beneficios y protecciones adicionales, como mejores condiciones laborales, mayor cobertura médica y compensaciones económicas más adecuadas en caso de lesiones o incapacidad.

Según JUCIL, la falta de este reconocimiento por parte del Ministerio del Interior y el Ministerio de Trabajo «oculta la gravedad de la situación y dificulta la implementación de medidas efectivas para proteger a nuestros agentes». Esta asociación profesional considera que es inaceptable que no se contabilicen todos los tipos de agresiones, incluyendo las embestidas con narcolanchas, vehículos o intentos de atropello, lo que impide tener una imagen completa de la problemática.

En resumen, el reconocimiento de la Guardia Civil como profesión de riesgo es una necesidad urgente que JUCIL ha identificado como clave para garantizar la seguridad y el bienestar de los miembros de este cuerpo, quienes arriesgan sus vidas diariamente en el cumplimiento de su deber.

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