La conservación de la biodiversidad marina y del litoral en Andalucía es una tarea que requiere de un enfoque colaborativo entre los sectores público y privado. Esta sinergia se hace especialmente evidente en la gestión de los nidos de tortuga boba (Caretta caretta) a lo largo de la costa andaluza, un esfuerzo que se ha venido desarrollando en los últimos años y que ha dado resultados significativos.
La colaboración público-privada se manifiesta en todas las etapas de la gestión de estos nidos, desde la vigilancia y protección de los mismos durante la incubación natural, hasta el posterior cuidado y monitoreo de las crías en centros especializados. Este trabajo conjunto ha permitido asegurar la supervivencia de numerosas crías de tortuga boba, contribuyendo así a la conservación de esta especie.
EL PAPEL DE LAS INSTITUCIONES EN LA PROTECCIÓN DE LOS NIDOS DE TORTUGA BOBA
Durante el proceso de incubación natural de un nido en la playa Mistral (Marbella) en 2023, 247 voluntarios de la ONG ProDunas Marbella custodiaron el nido las 24 horas del día, evitando cualquier tipo de perturbación. Una vez que las crías eclosionaron, fueron trasladadas al Centro de Gestión del Medio Marino Andaluz de Algeciras, donde se monitorizaron durante sus primeras semanas de vida. Posteriormente, algunas de estas crías fueron enviadas a entidades como el Acuario de Sevilla o Selwo Marina de Benalmádena, donde se sometieron al proceso de headstarting, que consiste en mantener a las crías en condiciones controladas hasta que estén listas para ser reintroducidas en su hábitat natural.
Además, otras entidades como Bioparc de Fuengirola también participan en este esfuerzo mediante la incubación controlada de un porcentaje de los huevos extraídos, y Oasys de Tabernas (Almería) se encargó de la incubación de un nido tardío en Mojácar en septiembre de 2023. Según Juan Ramón Pérez Valenzuela, director general de Política Forestal y Biodiversidad de la Junta de Andalucía, esta colaboración público-privada es una seña de identidad de la Consejería, ya que les permite recibir «mucho apoyo y ayuda tanto desde el punto de vista técnico y científico, como del voluntariado».
LA IMPORTANCIA DE LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LA CONSERVACIÓN DE LAS TORTUGAS MARINAS
Además de la colaboración entre las instituciones públicas y privadas, la ciudadanía en general también puede contribuir activamente a la conservación de la tortuga boba. Una de las principales recomendaciones es ayudar a mantener limpias las playas y el litoral andaluz, ya que la basura marina representa una gran amenaza para las tortugas marinas.
Asimismo, es fundamental avisar al 112 si se observa a una tortuga boba acercándose o alejándose del mar, y evitar cualquier molestia al animal, ya que, como señala Pérez Valenzuela, «si la tortuga percibe una situación de riesgo, podría regresar al mar sin hacer la puesta de huevos«. Igualmente, es necesario contactar con el 112 si se encuentran rastros o huellas en la arena que pudieron haber sido dejadas por tortugas hembra en su tránsito hacia o desde el mar.
En resumen, la conservación de la biodiversidad marina en Andalucía, y en particular la protección de la tortuga boba, es un esfuerzo conjunto entre el sector público y privado, que se ve fortalecido por la participación activa de la ciudadanía. Esta sinergia ha permitido obtener resultados significativos en la preservación de esta especie amenazada, y es un modelo a seguir en la gestión sostenible de los ecosistemas costeros.
