La entrada en vigor de 151 Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en España ha generado un impacto significativo en la movilidad urbana, especialmente en los conductores de vehículos menos eficientes. Según una encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), un 23% de los conductores afectados ha tenido que cambiar su coche y el 13% restante está valorando la posibilidad.
Esta situación ha puesto de manifiesto la necesidad de un cambio hacia una movilidad más sostenible, pero también ha generado desafíos para los conductores que se encuentran en la búsqueda de alternativas. La OCU ha destacado la lentitud en la tramitación de las ayudas Moves III, que pueden llegar a alcanzar los 7.000 euros para la adquisición de vehículos menos contaminantes.
Los retrasos en las ayudas Moves III: Un obstáculo para la movilidad sostenible
La OCU ha expresado su preocupación por los «extraordinarios retrasos» en la gestión de las ayudas Moves III, lo que está dificultando la transición hacia una movilidad más sostenible. El plazo actual de tramitación se extiende a más de seis meses, incluyendo el tiempo necesario para la aprobación autonómica, la presentación de la documentación requerida y la concesión final del importe solicitado.
Este retraso está desincentivando la compra de vehículos menos contaminantes, ya que los conductores se enfrentan a la incertidumbre de cuándo recibirán la ayuda y si finalmente será concedida. La OCU considera que la agilización de la concesión de las ayudas es crucial para fomentar la adquisición de vehículos eléctricos o híbridos, y sugiere que se adopte un sistema similar al Plan PIVE, donde la ayuda se concedía en el momento de la compra. Otra propuesta de la organización es que el importe de la ayuda se descuente directamente del coste del IVA, agilizando el proceso de compra.
El debate sobre las etiquetas de la DGT y la necesidad de medidas complementarias
La OCU también ha planteado la necesidad de revisar el sistema de etiquetas de la DGT, considerando que las emisiones reales de los vehículos deberían ser el criterio principal, no el tipo de motor. Un estudio realizado por la organización ha revelado que algunos automóviles con motor de combustión y etiqueta C generan emisiones de CO2 similares o incluso menores que algunos vehículos Mild Hybrid e híbridos con etiquetas Eco o Cero emisiones. Esta situación crea un desequilibrio en el acceso a las ZBE, favoreciendo a vehículos que, en realidad, no son tan eficientes.
La organización también recuerda a las administraciones la importancia de impulsar otras medidas que favorezcan la movilidad sostenible, como la construcción de parkings disuasorios en los límites de las ZBE, con acceso gratuito y una conexión eficiente con el transporte público. Estas medidas son cruciales para facilitar la integración de las ZBE en el tejido urbano y asegurar una transición exitosa hacia una movilidad más limpia y sostenible.