Gran Canaria se posiciona a la vanguardia de la innovación en desalación con el proyecto DESALIFE, una iniciativa pionera que busca producir agua dulce de manera sostenible utilizando la energía de las olas. Este proyecto, liderado por Ocean Oasis Canarias y que cuenta con la participación de instituciones como el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN), está encaminado hacia una fase precomercial a escala real y su producción se conectará a la EDAM Arucas-Moya.
DESALIFE representa un avance significativo en la búsqueda de soluciones sostenibles para la gestión del agua en las islas. Su enfoque en la desalación undimotriz no solo contribuye a la descarbonización de las islas, sino que también abre nuevas posibilidades para la economía local al atraer inversión internacional y generar empleo.
DESALIFE: Una solución innovadora para la escasez de agua en Gran Canaria
DESALIFE se basa en una tecnología flotante que desala el agua de mar mediante un proceso de ósmosis inversa que utiliza únicamente la energía de las olas. Esto significa que la desalación no consume electricidad de la red y no produce emisiones de CO2 vinculadas. La utilización de la energía undimotriz para la producción de agua desalada es una alternativa eficiente y limpia que permite aumentar la capacidad de producción de agua sin aumentar la demanda de energía eléctrica.
El proyecto, con un presupuesto aproximado de 10 millones de euros, está cofinanciado por la Agencia Ejecutiva Europea de Clima, Infraestructuras y Medio Ambiente (CINEA). La iniciativa busca posicionar la desalación undimotriz como una solución sostenible y asequible para garantizar el futuro del agua de la isla.
El norte de Gran Canaria: Un territorio con alto potencial para la energía undimotriz
El norte de Gran Canaria, con un alto potencial para la energía undimotriz, depende en gran medida de tres plantas desaladoras de agua de mar gestionadas por el Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria (CIAGC). La EDAM Arucas-Moya, una de las plantas, se integrará al proyecto DESALIFE, recibiendo una aportación de agua dulce producida por la energía de las olas.
El CIAGC, con su participación en DESALIFE, demuestra su compromiso con el desarrollo de proyectos referenciales que buscan aprovechar los recursos energéticos renovables. El proyecto espera producir hasta 2.000 m3/día de agua dulce, lo que equivale al consumo diario de 15.000 personas.
DESALIFE se presenta como una solución innovadora para la escasez de agua en las islas, un problema que ha sido un factor limitante para el desarrollo de la región. Este proyecto busca contribuir a la transición hacia una economía sostenible, energéticamente eficiente y resiliente al cambio climático en el archipiélago.