La economía estadounidense enfrenta un desafío persistente con la inflación, según los datos revelados por la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio. El índice de precios de gasto de consumo personal, la principal métrica utilizada por la Reserva Federal (Fed) para monitorear la inflación, se mantuvo sin cambios en julio en el 2,5% interanual.
Esta cifra refleja la continua lucha de la Fed por controlar la subida de precios en Estados Unidos. A pesar de los esfuerzos realizados, la inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos y la energía, también se mantuvo sin cambios en el 2,6% interanual. Esto demuestra que la inflación ha ganado profundidad y se ha extendido más allá de los sectores tradicionalmente volátiles.
La Acción de la Reserva Federal Ante la Inflación
La Reserva Federal ha tomado medidas drásticas para hacer frente a la creciente inflación. Desde marzo de 2022, la Fed ha subido los tipos de interés en once ocasiones consecutivas, llevándolos a un rango objetivo de entre el 5,25% y el 5,5%, su nivel más alto desde enero de 2001.
Sin embargo, en su última reunión del 31 de julio, la Fed optó por mantener la tasa de referencia sin cambios. Si bien reconoció que la inflación había disminuido durante el año pasado y que se habían producido «más avances» en esta materia, destacó que la inflación seguía siendo «algo elevada». En consecuencia, la Fed indicó que no esperaba que fuese «apropiado» reducir los tipos de interés hasta que adquiriese una mayor seguridad de que la inflación estaba volviendo de forma sostenida hacia el 2%.
El Impacto en los Bolsillos de los Consumidores
Más allá de las decisiones de la Fed, los datos también revelan el impacto de la inflación en los bolsillos de los consumidores. El gasto en alimentos creció un 1,4%, mientras que la factura energética se encareció un 1,9%. Estas subidas, si bien moderadas, siguen ejerciendo presión sobre los presupuestos familiares.
La persistencia de la inflación en Estados Unidos es un desafío que la Fed deberá seguir abordando en los próximos meses. La vigilancia constante de los indicadores clave y la implementación de políticas monetarias adecuadas serán cruciales para lograr una estabilización de los precios y proteger el poder adquisitivo de los consumidores.